El lunes 26, a la madrugada, una fuerza de choque de la bonaerense desalojó por la fuerza a un asentamiento de casi 200 familias ubicadas al borde de la General Paz en Villa Celina. Participaron del operativo cientos de efectivos de la guardia de infantería, policía montada y con perros.

El desalojo, ordenado la semana anterior por el juez Ochipinti de La Matanza, no contó con notificación previa alguna. Hubo golpizas en el predio y los nueve compañeros detenidos fueron golpeados, nuevamente, en la seccional. La policía tiró abajo las casas construidas por los compañeros antes de que pudieran retirar objetos de valor. El intendente Espinoza y Alberto Balestrini (su mentor político y presidente de la Cámara de Diputados) han dado la orden de no permitir ningún nuevo asentamiento. Los terrenos de este asentamiento se encuentran cedidos al IVC de capital, pero su entrega fue bloqueada por el municipio de Matanza.

Los desalojos corren parejos con la falta de soluciones al problema de la vivienda. Para este año, el Municipio anunció la terminación de las mismas 3.000 viviendas que viene anunciando hace tres años. Los vecinos de los barrios afectados denuncian las estafas realizadas por la cooperativa (dominada por punteros del municipio) que está llevando adelante el plan de urbanización de villas.

Luego del desalojo, los compañeros del asentamiento de Celina se han reagrupado en un acampe en las inmediaciones del predio desalojado. El Polo Obrero de Celina participa en el acampe y ha colaborado en garantizar la olla popular, que ha sido clave para mantener la acción en estos días. Estamos impulsando en las asambleas una acción de lucha frente al Municipio, reclamando la cesión inmediata de los terrenos y la construcción de viviendas para todos los que están en la calle.