Políticas

16/5/2013|1268

Visita de Cristina a Fiat Córdoba

Ema

La Presidenta vino a Córdoba para la apertura de una planta de maquinaria agrícola del grupo Fiat. Desde allí, también inauguró por videoconferencia una planta de tratamientos de residuos en el interior provincial. El video diálogo de la Presidenta con un supuesto operario resultó un fraude: en realidad, se trataba del propietario de la empresa.


La Presidenta remarcó en su discurso el apoyo de su gobierno, mediante créditos para el sector automotriz, de 380 millones de pesos, y la inversión de 100 millones por parte del grupo Fiat. Pero en la misma semana, la multinacional anunció la inversión de 7.500 millones de dólares en Brasil para ampliar su producción de automóviles, camiones y partes. Mientras tanto, la planta inaugurada en Córdoba -como los trabajadores saben, es un galpón remodelado.


El que pinchó el globo de la fiesta fue el presidente de la patronal metalúrgica local, cuando reconoció que existen despidos hormiga y planteó que "se vienen tiempos difíciles". Según el principal matutino cordobés, "el ochenta por ciento de los metalúrgicos cordobeses cree que se avecina una nueva crisis y casi el 100% de ellos está tomando medidas para resguardar sus empresas si es que se vienen los ajustes".


De la "planta" de Fiat saldrán tractores con sólo un 18 por ciento de componentes nacionales -o sea que, al igual que Fiat y el resto de las terminales automotrices, es sólo una armaduría. La realidad de la industria automotriz en Córdoba está recorrida por la volatilidad de los puestos ade trabajo.


En Renault han aparecido empresas tercerizadas que, a su vez, tercerizan. En Fiat, los contratos han llegado a renovarse mensualmente. En VW, un sector de los trabajadores está perdiendo salario y conquistas laborales por modificación del convenio. A esto, se suma que los tercerizados pierden mensualmente un promedio de 2 mil pesos por el impuesto al salario y el aumento permanente del ritmo de producción.


En tanto, la patronal de VW despidió, a principios de año, a 19 trabajadores que habían participado en una lista opositora a la conducción de Dragún, capo del Smata y ministro de Trabajo de De la Sota.


El modelo que pide defender Cristina K es el de la precarización de las condiciones de trabajo y del salario. Hay que oponerle un programa de los trabajadores: eliminación del impuesto al salario, pase a planta de contratados y de los compañeros de las tercerizadas, ningún despido, reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario y control obrero de los ritmos de producción.