Políticas

15/5/2014|1314

Wallstreet festeja el salvataje a Repsol

acuerdo

“Danza de millones” titulaba La Nación el 11 de mayo, luego que la acción de YPF en Wall Street subiese más del 10% el día siguiente a que Repsol vendiese las acciones que aún poseía, obteniendo por la operación una “plusvalía de 622 millones de dólares” (Reuters).

Es que desde febrero -cuando el gobierno firmó en Madrid el pago del 51% de las acciones de YPF expropiadas en 2011- la acción subió más del 50%. Así la indemnización leonina a Repsol le sirvió a la empresa para vender también las acciones de YPF que le quedaban con una gran ganancia. La suba del precio de las acciones se vio reforzada por el reporte de ganancias trimestrales de YPF, como consecuencia de un aumento del 50% del precio de las naftas en los últimos seis meses.

No sólo subieron las acciones de YPF; la acción de Repsol también subió más del 15% desde febrero de este año como consecuencia del salvataje. Además, “la mejora de los bonos argentinos refuerza la indemnización a Repsol”, informaba el diario español El País hace dos semanas. Fue tal la celebración en Wall Street por el salvataje a la petrolera que Repsol vendió en un solo día el 60% de los bonos recibidos, con grandes ganancias para el banco JP Morgan que participó de la operación.

Lo pagan los trabajadores

El salvataje a Repsol le costará al Tesoro Nacional el pago de bonos por 11.000 millones de dólares de capital e intereses, el 80% pagadero dentro de los próximos diez años, además del cuantioso daño ambiental que deja el monopolio español y del costo del vaciamiento que obliga a importar 10.000 millones de dólares anuales de combustible. El gobierno le ha trasladado también a la economía nacional un aumento del 180% en el precio de los combustibles desde la expropiación hace dos años, impulsando la inflación que deteriora el salario de los trabajadores.

Mientras el kirchnerismo oficia de rescatista de bancos y monopolios vaciadores, por otro lado, le sigue negando el resarcimiento a más de 25.000 trabajadores ex “ypefianos”, despedidos y estafados por YPF, Repsol, la burocracia del Sindicato Petrolero (Supe), y los distintos gobiernos que bloquean que se les paguen las acciones que habían recibido con la privatización menemista de la compañía.

Sergio Szulman