Políticas

18/9/2014|1332

West, la Policía y la Iglesia dejan a 100 familias en la calle


MORENO


El martes 2 de septiembre, una feroz represión policial desalojó a las más de cien familias del barrio Santa Brígida que ocupaban los terrenos ociosos del Obispado. Fuerzas policiales de Moreno, Merlo y General Rodríguez actuaron coordinadas con Gendarmería, Infantería, el grupo GEO y policías de civil. Un fenomenal operativo que no tuvo contemplación frente al hecho de que se trataba, mayoritariamente, de mujeres y niños. La policía quemó sus precarias casas y pertenencias, y destruyeron el comedor que organizaron para garantizarse el alimento. El intendente, responsable político de la represión, coronó este ataque negándose a recibirlos el mismo martes, cuando se movilizaron al municipio para exigir respuestas. El aumento del desempleo, la precarización laboral y la carestía bloquean el acceso a una vivienda digna para una masa creciente de trabajadores. Lejos de dar respuesta a los problemas sociales urgentes, los gobiernos de cuño kirchnerista y de la oposición tradicional optan por la represión. El Obispado sacó un extenso comunicado en defensa de sus privilegios sin aludir a la feroz represión -o sea que avaló el despojo y la violencia ejercida sobre familias pobres. Es necesario poner en pie un programa de salida a la crisis habitacional en Moreno. Planteamos: que las tierras ociosas sean puestas a disposición de las familias sin vivienda. Acceso a créditos sin interés para la construcción. Subsidio para el pago de alquiler hasta tanto tengan acceso a la casa propia. Resarcimiento por las pérdidas ocasionadas a partir de la represión. Plan de viviendas populares y empadronamiento de todas las familias desocupadas para incorporarlas, como planta permanente municipal, para la construcción de viviendas.


Analía Pascual