Políticas

31/7/2003|811

Yanquis, Kirchner les da la bienvenida

Las tropas norteamericanas tendrán acceso libre y automático a la Argentina y gozarán de inmunidad diplomática durante su permanencia en el país, según la ley que se encuentran negociando el gobierno y el Congreso, de la que dan cuenta Página/12 (3/7) y Clarín (9/7).


La ley, que se está discutiendo en el mayor “sigilo” (Clarín, 9/7), es la “respuesta positiva” del gobierno de Kirchner a la “preocupación” del canciller norteamericano Powell durante su encuentro con el argentino Bielsa. Estados Unidos está desarrollando una agresiva ofensiva mundial para que sus oficiales y soldados tengan inmunidad diplomática cuando se encuentren fuera de su país y no puedan ser juzgados por crímenes de lesa humanidad ni por los tribunales de los países donde se cometieran esos crímenes ni por otros, incluida la Corte Penal Internacional. Con esta ley, Kirchner dice: “A sus órdenes, Mr. Bush”.


Según la ley, el ingreso de las tropas norteamericanas (o de otros países) que participen en operativos y entrenamientos conjuntos con fuerzas argentinas no será objeto de discusión parlamentaria (como lo establece la Constitución) sino que tendrá un carácter “automático”, ya que bastará una simple acta de la Cancillería. Esto abre la vía para la presencia permanente de personal militar norteamericano “en operaciones” en nuestro país e, incluso, para la realización de operativos y adiestramientos que son ocultados a la opinión pública. Durante el gobierno de Duhalde, por ejemplo, se denunció que en Entre Ríos había tropas norteamericanas realizando operativos de adiestramiento que no fueron informados ni al Congreso ni a la opinión pública. Con la ley de ingreso automático, Kirchner convierte esta “anomalía” en norma.


¿Cuál es el carácter de los operativos como el Aguila III, que realizarán en Argentina, en el próximo mes de octubre, tropas norteamericanas y de ocho países latinoamericanos? Preparar la “contrainsurgencia”, es decir la guerra contrarrevolucionaria contra los pueblos del continente. No se trata de inocentes “juegos de guerra”, como lo revela la intervención norteamericana en Bolivia (con la excusa de la erradicación de la coca) y en Colombia (en el marco del llamado “Plan Colombia”).


La misma ley permitirá, además, el envío, también automático, de tropas argentinas al exterior, para “operaciones de mantenimiento de la paz ordenadas por las Naciones Unidas” (ídem). Según el propio Kirchner, Argentina sólo enviará tropas “con la expresa autorización del Consejo de Seguridad” (ídem). Esto excluye Irak pero no Afganistán u otros países del mundo donde están presentes las tropas norteamericanas. Incluso plantea la intervención argentina en Colombia, si es aprobada, como impulsa el propio gobierno colombiano, por la Onu. Que no las mande a Irak es completamente secundario: en Afganistán y otros destinos, las tropas argentinas podrán reemplazar a tropas norteamericanas que podrían ser entonces desplazadas a Irak o destinadas a, por ejemplo, atacar a Irán.


Con la ley “sigilosa”, Kirchner se suma a la “guerra mundial contra el terrorismo” impulsada por el imperialismo norteamericano. Como se ve, Kirchner no saca los pies del plato.