Políticas

1/4/2020

Yerba Mate: otro golpe al bolsillo del pueblo trabajador

El martes 17 de marzo, luego de siete reuniones, el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), organismo que agrupa a la patronal productora, fijó el precio de la materia prima en $20 el kilogramo de hoja verde y $76 de la yerba canchada (secada, procesada) que es utilizada como materia prima molinos que la muelen y fraccionada en paquetes de distinto tamaño. Resolución que entra en vigencia este miércoles 1 de abril, lo cual Incrementa el valor de la hoja un 73% y un 73,16% de la yerba canchada, en comparación a abril de 2019. En cuanto a la yerba mate molida, su precio en góndola en abril de 2019 era de $160 en promedio y a enero de 2020 la misma llegaba a $250 de promedio, un aumento que supera el 56%.


Según el INYM y el Ministerio de Agricultura y Pesca de la Nación, en Argentina hay 165.000 hectáreas cultivadas con yerba mate y la producción de hoja verde en la zafra 2019/20 fue de más de 840 millones de kilogramos, aproximadamente $9.700 millones. Mientras que la yerba molida superó 320 millones de kilogramos: 280 millones para el mercado interno -sí tomáramos el precio de abril de 2019, sin tener en cuenta la inflación, unos $44.800 millones- y 40 millones de kilogramos al mercado externo.


El gran mercado del “oro verde” continúa siendo el interno, al punto que de 2015 a 2019 se pasó de 250 a 280 millones de producción de yerba mate envasada y se siguen rompiendo los récords históricos de consumo. 


No obstante este aumento del consumo y la producción, las empresas molineras que concentran la producción final y la comercialización han impuesto un continuo aumento de precios que se traslada a la góndola y por ende al trabajador que la consume. Es que los trabajadores tienen a la yerba como parte esencial de su dieta y mantiene el consumo de la misma aunque bajen la calidad de la marca en búsqueda de mejores precios. Incluso el mate bien dulce también comienza a dejar de ser “menú” para paliar el hambre (o engañar a la panza). El azúcar, otro participe de la canasta básica, sigue el mismo ritmo alcista. Hoy el paquete de kilo no baja de $90.



La concentración de la producción yerbatera


La concentración de la economía yerbatera se da principalmente en la última etapa de la producción, es decir en la Industria y la comercialización. Grupos como Las Marías y Molinos Río de la Plata, así como Cooperativas como Colonia Liebig (dueña de Playadito, la segunda marca más vendida) manejan el mercado nacional (mayoristas y minorista) e internacional, jugando como formadores de precios de uno de los elementos esenciales de todo hogar. Altamente beneficiados con subsidios millonarios a nivel nacional, provincial y regional, con la excusa de “incentivar la producción”, nunca el consumo.


Mientras tanto, en la producción agraria y agroindustrial prima la diversificación y un enorme número de productores agrarios y secaderos imponen las condiciones laborales y salariales de extrema precariedad. Trabajo en negro (cooperativistas y monotributistas), a destajo (pago por producción) e infantil.



Basta de explotación y miseria


El alza en el costo de la canasta básica, con salarios e ingresos congelados (o con incrementos salariales muy por debajo de la inflación), es un duro golpe a los bolsillos de los trabajadores. La reducción en cantidad y calidad de los productos alimenticios consumidos, sumado al empeoramiento en las condiciones laborales, dan como resultado la pauperización de las vidas obreras.


Llamamos a los trabajadores rurales (tareferos), a los trabajadores de los secaderos y de los molinos a organizarse para luchar por salarios iguales a la Canasta Familiar y por garantizar las condiciones laborales y de salud acorde a la tarea realizada. Así como a luchar para que se garantice un precio accesible a las familias obreras que utilizan la yerba en las barriadas, comedores y merenderos escolares y populares. Se trata de un producto esencial de la dieta de los trabajadores argentinos.