La nueva dirección de YPF en manos de Héctor Marín, hombre de Techint, se encuentra promocionado su denominado “plan 4×4” el cual consistiría en cuadriplicar el valor de la empresa en los próximos cuatro años. Para este cometido, prometen incrementar las exportaciones de hidrocarburos a u$s30.000 millones para 2029-2030 y elevar el precio de la acción de YPF en Wall Street de u$s16,40 a u$s60.

Este plan estratégico se enfoca en cinco aspectos: concentrar las inversiones en Vaca Muerta, desinvertir en activos de pozos convencionales, revisión de la participación de YPF en otras empresas, aceleración de los proyectos de GNL (Gas Natural Licuado) y un plan de reforma laboral vía implantación de un “plan Toyota”.

El plan 4×4 podría anunciarse en el mes de marzo, pero su diseño fue realizado en el marco del debate del proyecto de Ley Ómnibus, el cual estipulaba fuertes beneficios a la industria energética, entre ellos la liberación de precios internos al internacional y la eliminación de límites para la exportación. Por ello, no podemos descartar que la tentativa de fondo sea proceder a una gran valorización de la empresa para proceder a una “reprivatización” de YPF, objetivo planteado en el texto original de la Ley Ómnibus.

De conjunto, el proyecto plantea varios interrogantes y su concreción está cuestionada debido a la huelga de inversiones a escala internacional y el acceso al financiamiento. Es que el primer anuncio vinculado a exportar 30.000 millones de dólares para 2029 implicaría la exportación en promedio de 400 millones de barriles anuales (al precio actual que ronda los u$s65/barril), cuando la más optimista proyección para el año 2024 es exportar unos 80 millones de barriles. Se necesitaría quintuplicar la producción, lo cual solo podría realizarse a condición de superar la magra infraestructura de la industria.

Lo que sí está en marcha es la internacionalización de los precios internos. Por un lado, el gobierno de Milei y Caputo armó un esquema de aumentos de combustibles para que en el mes de marzo-abril se alcance el nivel internacional. Es que en el mercado interno el barril criollo es de 61 dólares y a escala mundial ya supera los 80 dólares.

Sobre la concentración de la actividad de YPF en Vaca Muerta vale señalar que las proyecciones de producción, según las estimaciones de la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH), es la de producir 1,46 millones de barriles de petróleo diarios para 2030. Y en gas natural, se calcula que la producción máxima de Vaca Muerta sería de unos 450 millones de metros cúbicos diarios. Pero esto depende de varios factores, entre ellos de la construcción y puesta en marcha de infraestructura de oleoductos y gasoductos. Hasta ahora, lo construido es absolutamente insuficiente.

Si bien YPF tiene en carpeta el megaproyecto de Vaca Muerta Oil Sur, el cual exportaría petróleo por el puerto del golfo de San Matías en Río Negro, y también está en proyecto la construcción de la planta GNL en las cercanías de Bahía Blanca, para ambos emprendimientos aun el financiamiento está en carpeta.

En cuanto a  la desinversión y retiros de pozos convencionales, principalmente de Chubut, Santa Cruz y Mendoza es una variante cierta a los fines de concentrar los recursos para estos megaproyectos de ductos, plantas y obras anexas.

La productividad en Vaca Muerta ha permitido que la Secretaría de Energía consiguiera gas para llenar el Gasoducto Néstor Kirchner para el período 2024/2029 a un precio más barato que el esperado: obtuvo ofertas para cubrir el pico de invierno a un precio cercano a los u$s5/MBTU cuando preveía pagar hasta 9 dólares. Las ofertas que presentaron las petroleras para venderle gas natural al Estado argentino bajo el paraguas del Plan Gas confirmaron que Vaca Muerta es un yacimiento de clase mundial. No sólo por la cantidad de recursos entrampados en la formación no convencional de la cuenca neuquina, sino porque los productores son capaces de producirlos a precios competitivos. Tanto que, por primera vez, se recibieron ofertas para vender gas por debajo de los 2,50 dólares por millón de BTU.

Otro aspecto del plan 4×4 es el camino a un plan laboral conocido como el “modelo” Toyota, el cual consistiría en intensificar los ritmos de producción. Ya en 2017, bajo el gobierno de Mauricio Macri, se modificó el Convenio Colectivo de Trabajo permitiéndose menores trabajadores en las dotaciones de los equipos y flexibilizándose las condiciones de trabajo, como permitir seguir trabajando con vientos de 75 Km/h cuando previamente el tope era de 40km/h. El plan Toyota representa una hoja de ruta de la clase capitalista, con aumento de los ritmos de producción y por esa vía obtener una tasa mayor de plusvalía.

En suma, en el camino del plan 4×4 de YPF bajo el gobierno de Milei la certeza es que avanzarán en la desinversión en áreas convencionales para concentrarse en Vaca Muerta y profundizarán una reforma laboral sobre el universo de miles de trabajadores petroleros.

La orientación de vender las áreas convencionales en Chubut y Santa Cruz viene siendo pavimentada por la desinversión operada en los últimos años. En la cuenca del Golfo San Jorge (sur de Chubut y norte de Santa Cruz) se asiste a una huelga de inversiones, producto de los mayores márgenes de ganancia que tienen las principales petroleras que operan en Chubut y en Vaca Muerta (YPF, PAE, Tecpetrol y Capsa). “Los niveles de extracción petrolera en Chubut son los más bajos de las últimas dos décadas. El año 2023 concluyó con los peores números en 20 años y hasta quedaron por debajo de los volúmenes producidos en plena pandemia. Diciembre cerró con una caída de 182 mil barriles y todo el año pasado concluyó con 900 mil barriles menos” (Extremo Sur, 28/1).

En ese marco, el secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado del Chubut, Jorge “Loma” Ávila, cargó contra YPF, Tecpetrol y señaló que convocará a una movilización para el próximo 22 o 23 de febrero en la rotonda de ruta 3 y 26 en Comodoro Rivadavia. Ávila presentó la movilización como un acto de resistencia y llamó a la población a participar buscando un frente único con el gobernador “Nacho” Torres y empresas pymes de la región.

Por otra parte, una posible fuga de YPF de áreas convencionales representaría una masacre social en términos ambientales, producto del pasivo que dejarían sin remediar. El antecedente fue lo que sucedió con Chevron en las áreas convencionales del Trapial (Neuquén) y Repsol.

El plan 4×4 representa un nuevo salto en la orientación de entrega y saqueo que impulsa el gobierno de Milei. Enfrentémoslos con un programa que defienda los puestos de trabajo con independencia política del gobierno y la burocracia sindical. Ningún despido, reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario, y nacionalización de toda la industria energética bajo control obrero.

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