Políticas

3/7/2017

Zaimán y el Plan Belgrano: mucho más que un blooper


Un anuncio publicitario sobre obras de urbanización que, en el marco del Plan Belgrano, se estarían realizando en beneficio de 1200 personas de una localidad ubicada en la provincia de Tucumán, se transformó en un papelón de marca mayor para el gobierno: sucede que Zaimán, la ciudad en cuestión, no queda en Tucumán sino en Misiones.


 


El asunto rápidamente se viralizó en las redes, y José Cano, el hombre puesto por el macrismo a cargo de este plan de obras (y candidato de Cambiemos a diputado nacional por Tucumán), trató de defenderse como pudo: afirmó que no tenía nada que ver con el equívoco y prometió evitar la repetición de errores similares. Nada dijo, sin embargo, de los 200.000 pesos gastados en vano en la solicitada de propaganda.


 


La burrada del anuncio despierta nuevamente la atención sobre ese mar de fraudulencias que es el Plan Belgrano. Solo semanas atrás, Cano y su equipo de secretarios quedaron envueltos en un fenomenal escándalo que ha llegado a la justicia, luego de que un sector de la dirigencia de la propia UCR denunciara un negociado con empresas coreanas, por el cual esta se convertiría en proveedora de insumos para el plan a cambio de millonarias coimas.


 


Luego de ser presentado por el gobierno como una forma de “saldar la deuda histórica que la Argentina tiene con las 10 provincias del norte y su gente”, lo cierto es que el Plan Belgrano ha quedado reducido a un montón de discursos, a pocas obras y a un sinfín de hechos de corrupción, que ya han forzado incluso a otros funcionarios a renunciar.


 


Los candidatos y dirigentes de Cambiemos vienen de escándalo en escándalo; recientemente, los concejales tucumanos (con el apoyo de sus pares del PJ) se aumentaron un 300% las dietas.


 


En un reciente choque con el vicegobernador Osvaldo Jaldo, candidato del Frente Justicialista, Cano acusó a ese partido de ser corrupto y defender el régimen electoral fraudulento en la provincia. Pero, a renglón seguido, Cambiemos y Cano mismo se declararon partidarios de los acoples, que constituyen la matriz de todo este régimen fraudulento.


 


Quienes se presentan como opositores al gobierno provincial de Juan Manzur, agitando un discurso de transparencia, honestidad y de lucha contra la impunidad, son un gran fraude.


 


Los únicos que pueden levantar esas banderas íntimamente vinculadas a la lucha contra el ajuste y la impunidad, en defensa de los trabajadores, las mujeres y la juventud, son el Partido Obrero y el Frente de Izquierda.