Políticas

28/5/2009|1085

Zanón: La falsa expropiación de los Sapag

Después de casi una década de hostilidad a la recuperación obrera de Zanón, el gobierno de Neuquén presentó en la Legislatura un proyecto de expropiación de la fábrica para su entrega a la cooperativa obrera, Fasinpat.

El proyecto oficial

El proyecto oficial está a años luz, sin embargo, del de los obreros. Los trabajadores de Zanón reclamaban la expropiación sin pago y la estatización de la fábrica bajo gestión obrera.

El proyecto oficial parte de la indemnización a los acreedores. La fábrica fue tasada por el Estado en 32 millones de pesos y el gobierno fijó su precio en 22, monto que será pagado a sus acreedores. Ese monto será adelantado por el Estado y quedará como una deuda de la gestión obrera. El repago de esos 22 millones de pesos, al Estado, deberá hacerse “mediante la venta al costo (!!!) de los productos que requiera la Provincia para fines públicos” (La Mañana de Neuquén, 22/5). Es decir, acentuará la descapitalización de la fábrica, que ya se encuentra en una fase crítica debido a la obsolescencia de su maquinaria. Además, el rescate a los vaciadores es evidente, pues cobrarán por activos valorizados por el trabajo de la gestión obrera, que de lo contrario habrían sido rematados a precio de chatarra hace mucho tiempo. El único paliativo que ofrece el gobierno para que Zanón obtenga financiamiento es que ingrese en el mecanismo de los “procesos preventivos de crisis de empleo”, es decir que opere bajo gestión judicial.

Nuevas chicanas

Aun cuando el proyecto cuenta con el auspicio del partido gobernante, las chicanas legislativas continúan. El bloque del oficialismo (MPN) exige como condición para votar la expropiación el consentimiento de los acreedores. Pero no sólo de parte del MPN se colocan las piedras en el camino. El diputado kirchnerista Ariel Kogan (Concertación) pone como condición para votar el proyecto que “se incluyan los sueldos caídos de los trabajadores que no están dentro de la cooperativa” (ídem), que se alejaron hace ocho años.

Es decir, el proyecto de expropiación está condicionado al aval de los vaciadores, de los cómplices de los vaciadores y de sus carneros. Habida cuenta de todo esto, luego los obreros de Zanón deberán compensar al Estado entregando su trabajo al costo. Una canallada. 

Que la crisis la paguen los capitalistas

La recuperación de Zanón debería ser a cuenta de los vaciadores, los cuales deberían responder con su patrimonio personal y ante la Justicia por sus fechorías, y no de nuevos sacrificios para sus trabajadores.

Ahora bien, la salida para Zanón está inscripta en la lucha por la expropiación sin pago, subsidio estatal no reintegrable para su capitalización, garantía salarial según el convenio de cada rama, inscripción como proveedores privilegiados del Estado.

Jacyn