La inundación también afecto a miles de trabajadores en la zona norte,. En Tigre, Vicente López, San Isidro y San Martín la inundación han dejado daños en muchos casos irreparables. La bronca entre los vecinos es total, la ayuda municipal llegó mucho después de la inundación y sólo ha consistido en juntar las donaciones de otros vecinos y hacer "censos" de las pérdidas.

En la mayoría de los barrios, los punteros municipales han sido expulsados por los vecinos que, indignados, denunciaron la responsabilidad estatal. Los intendentes de la zona norte del Gran Buenos Aires han sido pioneros en desarrollar la especulación inmobiliaria, responsable de las enormes inundaciones.

Por ejemplo, la inundación del barrio La Tunas, en Tigre, ha colocado al descubierto los negociados inmobiliarios de Sergio Massa. Sucede que Las Tunas fue rodeado por countries, lo que impide que frente a las lluvias se desagote el barrio. El más conocido de ellos es Nordelta (construido sobre terrenos usurpados a Radio Nacional), cuyo dueño es Eduardo Constantini, parte de la "burguesía nacional" que el gobierno impulsa. Otra de las zonas más afectadas fue la que rodea a Tecnópolis. Desde su construcción, frente a cada lluvia los barrios cercanos quedan anegados.

La propia Cristina Kirchner salió al cruce de estas denuncias, en lugar de brindar ayuda a los vecinos. Con la inundación ha quedado en la superficie lo que une a kirchneristas y opositores: el beneficio propio y del gran capital, en detrimento de los trabajadores.

El Partido Obrero de la zona norte se encuentra realizando una fuerte campaña junto a los vecinos de los barrios más afectados, exigiendo resarcimiento inmediato a todos los damnificados. Baja el agua y sube la bronca. Los responsables se tienen que hacer cargo.