A una asamblea de vecinos Autoconvocados de la AU3 de Villa Urquiza, que venía discutiendo y movilizándose por el reclamo de vivienda y bolsones de alimentos, se sumó una mujer con amenaza de desalojo. La asamblea tomó el problema de esta familia con 9 hijos y fue desde ese momento (hace aproximadamente 3 meses) que esta familia junto a los vecinos comenzaron las gestiones en la Comisión Municipal de la Vivienda, en la Legislatura, en Promoción Social y el CGP de la zona. Se realizaron petitorios, se recolectaron firmas de solidaridad en el barrio y se agotaron todas las instancias de la burocracia municipal sin obtener una respuesta.

La situación empeoró pues el juez puso fecha al desalojo. Corríamos contra reloj y era necesario actuar. Hicimos la primer reunión del Polo para definir como lo enfrentábamos.

Mediante la intervención de los abogados del Polo pudimos frenarlo por 7 días y Promoción Social accedió a una reunión con el Polo Obrero para discutir una solución, sin obtener nada en concreto ya que fuimos pocos los que nos movilizamos.

En la asamblea del barrio se discutió que la prórroga y la reunión conseguidas por el Polo no fueron producto de la casualidad sino el fruto de la lucha piquetera que venía de realizar la mayor movilización de la historia y que el movimiento piquetero era lo único que presionaba al gobierno.

Se plantearon entonces dos posiciones: una era la de seguir como vecinos Autoconvocados presionando a Ibarra y cuanto funcionario se nos cruce, y otra que decía que esta experiencia ya había sido agotada y que era necesario estructurar al Polo Obrero y tomar medidas de acción directa para arrancar la solución. Ante la gravedad de la situación quedó claro para la mayoría que este desalojo era una cuestión política y se impuso nuestra propuesta.

Realizamos nuestras primeras reuniones del Polo y resolvimos copar el CGP de la zona y no movernos hasta que no haya solución. En el CGP se deslindaron del problema y ofrecieron una entrevista urgente en Promoción Social. Se decidió que una comitiva de vecinos junto a la compañera perjudicada fueran a Promoción y el resto de los vecinos y familiares continuar la ocupación del CGP. Presionamos así en ambos lugares a la vez. La intervención fue decisiva y una experiencia inolvidable para todos. El resultado es que le arrancamos a Promoción un subsidio para alojamiento por 6 meses en un hotel de la ciudad y el flete para el traslado.

Si bien no paramos el desalojo evitamos la debacle de toda una familia y fundamentalmente dejamos en claro para todos los vecinos que participaron en estas jornadas, que debíamos ser parte activa del torrente de lucha de la clase obrera piquetera y adoptar sus métodos.

La lucha contra este desalojo demostró que la construcción del Polo Obrero de Villa Urquiza ya es una cuestión de primera necesidad. Esto recién empieza.

Los primeros pasos ya fueron dados.