Polo Obrero

25/4/2002|751

Nace una esperanza obrera

Desde el lunes 1° de abril hemos comenzado en Villa La Esperanza, de Pablo Podestá, un empadronamiento de desocupados. La desocupación no es el único problema, pero la pobreza y el hambre es total. En los comedores escolares de la zona, la falta de pago a los proveedores —0,60 centavos por chico que asigna el gobierno, que encima ahora están devaluados— ha provocado un desabastecimiento de los mismos y sólo alcanza por ahora para un fideo con agua en el almuerzo y un desayuno que es agua con un poco de yerba sin azúcar.


Las madres del barrio, desesperadas, han decidido junto al Polo Obrero formar una comisión y poner en pie un comedor comunitario llamado "La Esperanza Obrera", con ayuda de los comerciantes de la zona. También han resuelto movilizarse a la Escuela N° 35 del barrio para reclamar una urgente reunión de padres para encontrar una solución al problema de los comedores.


La actividad durante la semana fue muy intensa y el comedor empezó a funcionar el miércoles 10 de abril con la concurrencia de 70 chicos y unas 20 madres; por ahora funcionará una vez por semana, pero el objetivo es incorporar un día más cada semana y luego reclamar que las autoridades del distrito se hagan cargo de la provisión de alimentos.


El incumplimiento de las promesas de los políticos de turno, junto al accionar de los punteros del barrio que vienen todos los años con el cuento de poner el asfalto, de otorgar la escritura de los terrenos, etc., ha llevado a que los vecinos tomen en sus manos la resolución de los problemas, porque aquí todo brilla por su ausencia. Muchos de estos punteros se han quedado con la plata de la gente y se compraron una nueva casa; esta es la mafia que maneja la Intendencia de Tres de Febrero, donde los verdaderos pobres no reciben el plan Trabajar y los que lo reciben tienen que pagar un "peaje" de 60 pesos a los punteros. Por todo esto está planteada la construcción del Polo Obrero de Pablo Podestá y de una poderosa comisión de desocupados.