Salud

26/8/2020

Villa Regina: falleció luego de 4 días esperando una cama de UTI

Isidoro Sáez, un jubilado víctima del Estado.

Desde el jueves 20 de agosto Isidoro había sido internado por el agravamiento de su cuadro de salud de neumonía en el hospital de Villa Regina, absolutamente colapsado, y una vez rechazado por Pami, su obra social. Manifestaba su hija Margarita a los medios de prensa días atrás: ‘está en sala común porque no hay camas de UTI en Regina, ni en General Roca ni en Cipolletti’.

En las últimas horas del martes 25 fue cuando la llamaron por teléfono para avisarle que había muerto en esa cama común, luego de días de pelear por su vida, y luego de dar positivo de Covid 19 . ‘Para mi hicieron abandono de persona’ comentó luego de la noticia del fallecimiento Margarita, su hija de 38 años. ‘Sí la cama hubiese aparecido la historia sería otra’, manifestó a varios medios periodísticos de la zona.

Desde allí que haya que señalar la falacia del gobierno y el Estado provincial respecto de la supuesta gran inversión, y posterior recuperación en el sistema de salud público de la provincia. Las 4 camas de UTI del hospital público, que también debe atender a la población de General Enrique Godoy están ocupadas. Las 6 de la Clínica Central de la misma localidad también están hoy ocupadas.

El incremento de las pocas camas en el hospital, prometido por la gobernadora Arabela Carreras y el ministro de salud Fabián Zgaib es verdaderamente una incertidumbre luego de más de 150 días sin hacerlo. Mientras la saturación del sistema crece día a día, y a la par que los trabajadores de la salud siguen cayendo contagiados. La muerte de Isidoro, entonces, evidencia, tristemente que en realidad cada uno de los gobiernos, actuales y pasados nunca han invertido verdaderamente en el sistema de salud público, ni en sus trabajadores.

‘Es una tristeza inmensa… Cuando él se fue (de su casa) nos dijo que volvería’, contaba Margarita entre lágrimas. Días atrás, una de sus nietas había denunciado en sus redes sociales que se estaba muriendo su abuelo, y Margarita lo estaba viendo día a día. Durante 4 días, denuncian las palabras: ‘su padre tratando de respirar, de resistir, de aguantar. Ganas de vivir’. Tanto la nieta como la hija reclamaron las camas de terapia prometidas, que nunca llegaron.

Como se vio a principio de la pandemia en algunos lugares de Europa, pero en menor escala, el coronavirus ha terminado por arrojar a la luz el deplorable estado del sistema de salud público, que en el caso de la provincia de Río Negro es escandaloso. Sólo en el valle, se calcula que faltan el doble de las camas de terapia que existen, un dato bastante manoseado por cada gobierno local y por el provincial mismo. Además, la pandemia ha mostrado que los actuales gobiernos no buscan dar una salida a la crisis sanitaria abierta, si no solo privilegiar negociados privados y propios, en detrimento de la salud pública.

El caso de Isidoro es una muestra de la responsabilidad del Estado. Evidencia aún más la necesidad urgente de triplicar el presupuesto del sistema de salud de la provincia, de unificar todo el sistema, tanto público, como privado y de obras sociales en uno solo, como de abrir las paritarias para los trabajadores de salud.