Salud

5/4/2021

Alberto Fernández con Covid-19: ¿se puede contagiar una persona vacunada?

Farmacéutico UBA

A raíz de que Alberto Fernández haya dado positivo para Covid-19 aun habiendo recibido ambas dosis de la vacuna Sputnik V, desde sectores vinculados con movimientos antivacunas, lobbyistas de otros laboratorios y referentes del macrismo como Fernando Iglesias una puesta en duda de la utilidad de las vacunas en el combate de la pandemia.

Las distintas vacunas que se han desarrollado contra el coronavirus han demostrado tener mayor eficacia a la hora de evitar síntomas graves de la enfermedad, así como una reducción significativa de las hospitalizaciones y de las muertes, cursando en la mayoría de los casos como pacientes asintomáticos o con síntomas leves.

Según el informe del Ministerio de Salud, apenas el 0,15% de las personas vacunadas en Argentina se han contagiado tras 14 días de recibir la inmunización (tanto primera como segunda dosis) y el 0,0005% han fallecido (todos, entre 61 y 94 años). Las vacunas permiten una respuesta inmune rápida y efectiva, lo que significa en lo concreto en un descenso de pacientes que desarrollan sintomatología y/o fallecen.

El problema radica en que la vacuna aún se encuentra lejos del alcance de la gran mayoría de la población. Al día de hoy, solo han recibido ambas dosis el 1,4% de la población y el 6% una. Todavía estamos muy lejos de haber vacunado a la totalidad del personal de salud y la población de riesgo y la Argentina ya acumula más de 56 mil muertes por Covid, mientras la segunda ola llegó con récords de contagios diarios en AMBA.

Las 200 millones de dosis de AstraZeneca que se producen en el laboratorio mAbxcience por mes podrían cambiar totalmente el panorama que se vislumbra en esta segunda ola. Cómo se puso de manifiesto en el acto realizado por el Frente de Izquierda – Unidad el pasado lunes en la puerta del laboratorio ubicado en Garín, necesitamos la intervención del Estado en la producción de mAbxience para ponerla a disposición del conjunto de la población argentina y el resto de la región, utilizando la capacidad productiva de los laboratorios del país para el envasado que debía realizarse en México.

El programa de reivindicaciones que levantamos desde el Partido Obrero, como la intervención en la producción de vacunas, control obrero sobre la presencialidad en lugares de trabajo y estudio y la centralización del sistema de salud, hoy se presenta como una cuestión de vida o muerte para miles de trabajadores.