El presidente confirmó este miércoles por la mañana lo que se venía rumoreando en los últimos días: la firma del contrato con Rusia por más de 10 millones de dosis de la vacuna Sputnik V. Según el plan comentado, llegarán 600 mil de dosis para 300 mil personas antes de fin de año y, luego, 20 millones más entre enero y febrero para 10 millones de personas más.

“El primero que se va a vacunar soy yo” dijo, sumándose a la enorme lista de mandatarios del mundo que comunicaron lo mismo frente a la crisis de desconfianza que trae la autorización de vacunas que aún se encuentran en fase 3. Como explicamos en Prensa Obrera, la fase 4 de farmacovigilancia es la que se pondrá en pie próximamente, en la cual se revelan los efectos adversos en las vacunas en el conjunto de la población.

 

El presidente también aseguró que “el convenio tiene preferencia con Argentina” frente a las potencias mundiales. Esto se da en el marco del anuncio de varios laboratorios de atraso en la producción de vacunas prometidas y vendidas, como es el caso de Pfizer que anunció una reducción de las dosis a la mitad.

En este sentido, la carrera por la vacuna se intensifica, poniendo como prioridad la compra masiva sin aprobación de las mismas sobre la base de un mercado que compite cada vez más por la obtención de lo que en realidad esperan sea la cura para las economías.

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