Este lunes 5/4, un grupo de estudiantes realizó una concentración frente a la Escuela Municipal de Enfermería de la ciudad de Bahía Blanca, para reclamar por su derecho a cursar las prácticas profesionales, cuya suspensión desde el año pasado se está traduciendo en un atraso generalizado en la carrera de Enfermería. Esto, en un contexto de crisis sanitaria, donde los trabajadores de la salud no dan abasto para atender las demandas impuestas por la pandemia y el vaciado sistema de salud.

Sucede que uno de los lugares donde deben realizar las prácticas es el Hospital Municipal de la ciudad. Si bien, de acuerdo con los dichos de la dirección de la Escuela, no estarían dadas las condiciones para realizar las prácticas debido al contexto sanitario, las y los estudiantes señalan que quienes cursan la carrera en la Universidad Nacional del Sur (UNS) las vienen realizando normalmente, gracias a los convenios firmados entre dicha universidad y las autoridades del nosocomio local. Cabe destacar que varios docentes de la Escuela se han solidarizado con las y los estudiantes, ofreciendo alternativas para que puedan desarrollar las prácticas, pero todas han contado con el rechazo absoluto de la dirección.

Por otra parte, también describen un cuadro por demás preocupante y que pinta de cuerpo entero los obstáculos que debe enfrentar la clase trabajadora cuando decide estudiar una carrera. Mientras deben trabajar para costearse la cursada, y algunas de ellas son madres, denuncian que no han podido acceder a las becas Progresar Pronafe (Programa Nacional de Formación en Enfermería), que además del subsidio comprendía también el acceso a una mochila técnica con elementos indispensables para el cursado de la carrera, como estetoscopios, oxímetros, entre otros.

De este modo, a los límites materiales que sufren quienes deben trabajar y estudiar al mismo tiempo, se suman las trabas burocráticas que parten desde la propia institución educativa, que se desentiende por completo de las necesidades que atraviesan sus estudiantes.

Asimismo, denunciaron intimidaciones por parte de la dirección de la Escuela Municipal de Enfermería. Una vez que trascendió que estaban organizando una manifestación por sus reivindicaciones, recibieron comunicaciones mediante las cuales los directivos pretendían prohibir la expresión de sus reclamos, tanto en el edificio o la vía pública, como en sus redes sociales personales, dejando entrever que podrían poner en peligro la continuidad de sus carreras en la institución.

De esta manera, la falta de respuestas, las trabas burocráticas y amenazas varias por parte de la dirección de la Escuela Municipal de Enfermería, llevaron a las y los estudiantes de enfermería a hacer públicos sus reclamos y a organizarse para garantizar su derecho a estudiar, en un contexto de colapso sanitario en el que se evidencia el vaciamiento de los sucesivos gobiernos en materia de salud. ¡Todo el apoyo a quienes luchan en defensa de las condiciones de estudio y de trabajo!