*En la ciudad de Dolores, gobernada por Camilo Etchevarren de Cambiemos, la cuarentena había sido prácticamente levantada, en acuerdo con el gobierno provincial de Axel Kicillof. Pero en los últimos días el distrito pasó de no registrar ningún caso de Covid-19 a sumar, en el informe oficial del 8 de julio, 44 casos positivos, y permanecen aisladas unas 195 personas.

El comunicado oficial publicado por el municipio soslaya la responsabilidad del gobierno, indicando que el foco de infección habría sido una reunión realizada en un templo evangélico con un pastor que no pertenece a la comunidad de Dolores. Sin embargo, como sucede en toda la provincia, el avance del virus desnuda la incapacidad del Estado para actuar a tiempo y evitar los brotes por contagio comunitario. En concreto, el intendente solo resolvió retroceder en la cuarentena… a la “fase 3”.

Es que el gobierno quiere evitar hacerse responsable ante las necesidades del pueblo trabajador, que se agudizan con el establecimiento de un aislamiento social obligatorio: las necesidades básicas de los barrios más humildes, la crisis habitacional, el alto porcentaje de trabajadores en negro y monotributistas que quedan sin ingresos, entre otras cuestiones. Mientras tanto, se evidencia el vaciamiento del sistema se salud, ya que se multiplican las denuncias de vecinos que piden ambulancias o atención ante síntomas compatibles con el coronavirus, sin obtener respuestas por días.

En definitiva, como sostuvimos desde el Partido Obrero, la apertura de la cuarentena se llevó adelante sin garantizar condiciones de salubridad a la población trabajadora, lo que deriva luego en una escalada de contagios.

Por eso planteamos que somos los trabajadores los que debemos darle una salida a la crisis sanitaria. Ante la impotencia del gobierno nacional, provincial y municipal, sostenemos que es necesario un control popular de la cuarentena y de las medidas sanitarias.

Desde el Partido Obrero Dolores proponemos un programa para la ciudad y Sevigné, que parta de la centralización del sistema sanitario, público y privado, bajo control de un comité electo por los trabajadores de la salud y delegados de cada barrio, que garantice el cumplimiento en la atención de las consultas de los vecinos, la provisión de los elementos de protección y todas las medidas que garanticen un combate efectivo a la pandemia.

Además, llamamos a conformar comités de seguridad e higiene en los barrios, electos por los vecinos, que supervisen la entrega de alimentos y elementos de higiene, y releven las condiciones de salubridad de las viviendas y los barrios, como el acceso a agua potable, la presencia de basurales, entre otros. Reclamamos a su vez una partida extraordinaria para cubrir la asistencia alimentaria y de elementos de higiene para los barrios más humildes y Sevigné, bajo control de los propios vecinos, y la realización de operativos de testeos en todos los barrios que registren casos positivos de Covid-19.

También destacamos la necesidad de poner en pie comisiones obreras de seguridad e higiene en los lugares de trabajo -empezando por el Hospital San Roque-, que continúan funcionando en la fase 3, para imponer protocolos sanitarios discutidos por los trabajadores y con poder de suspender la actividad en caso de incumplimiento por parte de la patronal.

Vamos por un impuesto a los grandes terratenientes y grandes empresas radicadas en la ciudad, como la cadena hotelera Howard Johnson, para volcar ese dinero a enfrentar la crisis sanitaria y social.