El último boletín integrado de vigilancia del Ministerio de Salud de la Nación registra más de 12.000 casos de dengue en el último mes, más de 39.500 casos por sospecha en los últimos ocho meses y diez fallecidos en todo el país.

La directora provincial de Epidemiología de Santa Fe, Carolina Cudos, informó que en esa provincia hay 2.532 casos de dengue, tres fallecidos y un crecimiento exponencial en la última semana con 800 nuevos casos, que se concentran en Reconquista, Rosario y Rafaela (El Litoral, 24/4). Importa señalar que en el departamento de Castellanos, cuya cabecera es Rafaela, no hubo casos en el pasado y ahora es la tercera ciudad con la mayor cantidad de infectados.

El dengue afecta mayoritariamente a la población más pobre. Andrea Gamarnik, experta en virología molecular, afirma que “el dengue está claramente asociado a la pobreza. Los grupos sociales que habitan en condiciones de urbanización descontrolada y sin acceso al agua potable la juntan en tachos. Ahí es donde se acumula el mosquito, comienza a circular con el virus y las chances de infección son mucho mayores” (Página 12, 24/4).

En Santa Fe más de la mitad de los casos de dengue son autóctonos. Los contagios de a saltos, como ocurrió en la última semana, dan cuenta de situaciones de hacinamiento. Según informa la OMS, el mosquito aedes aegypti transmisor del dengue no vuela más de 40 metros, y por eso cuando hay significa que el criadero está cerca.

El Indec relevó hacia fines de 2019 que contabilizaba en la región santafesina más de 500.000 personas viviendo en la pobreza. En Rosario, detrás de los lujosos edificios céntricos que exhiben los negocios de la especulación inmobiliaria, 100.000 personas viven en asentamientos y el 93,8% no tiene acceso al agua potable. Miles de familias viven en barrios rodeados de basurales y de pastos largos, situaciones propensas para la propagación de la enfermedad.

En el humilde barrio Alto Verde de la capital santafecina falleció a principio de este mes un joven de 32 años. En el barrio “Los pumitas” de Rosario hay 20 casos de dengue informados y los vecinos critican que las fumigaciones son deficitarias. Delegadas del Polo Obrero de los barrios Nuevo Alberdi, Barrio Olímpico y Parque Casas denuncian que cuando reclamaron tareas de saneamiento y fumigaciones al centro municipal Distrito Norte los funcionarios respondieron que “hasta que no haya casos en esos barrios no se iban hacer medidas de prevención ".

En Reconquista se registran cerca de 750 casos de dengue. Las compañeras del Polo Obrero denuncian que ocho de las diez compañeras que realizan tareas en el merendero del barrio Guadalupe contrajeron la enfermedad. Además, en el pico más álgido de los contagios en las salitas de la ciudad no hay ni paracetamol.

La epidemia deja ver a las claras las precarias condiciones de vida a la que se ve sometida la clase trabajadora en las barriadas populares de la provincia y del país. No está en la agenda de los gobiernos patronales hacerle frente a la epidemia, porque ello requiere de planes de urbanización y efectivas campañas de saneamiento, pero se privilegian los intereses de los especuladores y de los pulpos privados de la salud. El gobierno provincial de Omar Perotti y los ejecutivos municipales alegan no tener presupuesto, mientras vemos cómo se fugan millones por los puertos privados que manejan los grandes grupos sojeros. Hay que terminar con este saqueo para defender la salud de las familias trabajadoras.

Exigimos que se concreten los trabajos de saneamiento, fumigación y remoción de chatarra y basurales. La provisión de suministros sanitarios y de partidas presupuestarias de emergencia para los centros de salud de los barrios afectados, y planes de urbanización de los barrios populares bajo control de los vecinos. Ello, financiado con un impuesto extraordinario a las grandes rentas y fortunas. Solo la organización independiente de los trabajadores puede darle una salida real a esta crisis sanitaria.