Este lunes la Ciudad de Buenos Aires registró 2.428 casos positivos de los 13.667 a nivel país, es decir casi un 20% del total. Es el récord desde el inicio de la pandemia, luego de un fin de semana largo donde la circulación aumentó y las restricciones fueron nulas. El domingo también se registró un pico de contagios, con 1.994 positivos sobre 9.955; comparado con el domingo anterior, fue un 40% más de casos.

En este sentido, el domingo, si bien se registraron más casos, los testeos fueron menos, apenas por encima de los 33 mil, lo cual hace sospechar que probablemente los positivos sean considerablemente más que los registrados. En este sentido, el índice de positividad se ubicó en 28,3%, cuando lo recomendado para saber si se está testeando lo suficiente es 10%.

Pero más allá de este pico, no hay indicios de que la Ciudad vaya a cerrar o poner algún tipo de restricción o limitación a las actividades. Es por eso que Santilli, vicejefe de gobierno de CABA, salió a decir que tienen que “sostener la economía y el trabajo de la gente” (Infobae, 5/4), amparándose en la crisis económica para justificar la exposición de cientos de trabajadores al coronavirus pero no dando ninguna solución a alguno de lo dos problemas: el ajuste en los bolsillos de la población y el avance del virus. Es evidente que en realidad el gobierno de la Ciudad busca proteger la economía de las patronales y los profundos lazos y negociados que tiene con ellas.

Esta misma es la posición que desde Cambiemos llevaron a la reunión entre los ministros de Salud y los jefes de gabinete, tanto nacionales como del AMBA, donde discutieron nuevas medidas para enfrentar la segunda ola. Hace una semana también hubo una reunión entre Nación, provincia de Buenos Aires y CABA en la que se habilitó la puesta en marcha de restricciones, pero que no resultó en nada concreto más que algunos parches que no modificaron la situación epidemiológica. Cada vez se teme más a la saturación del sistema de salud, que ya muestra signos de agotamiento con más del 50% de camas de UTI ocupadas en el país y 37% en la Ciudad, que aunque parezca un dato positivo sufrió un aumento del 15% en un mes.

Desde el gobierno nacional y los distintos Ministerios se han lavado las manos en torno a su responsabilidad en el aumento de contagios, negando los mismos en las escuelas, lugares de trabajo, transporte público y en el turismo, y arrojando el peso de la responsabilidad sobre las reuniones sociales y la población en general.

También la vacunación es un problema. Aunque en la última semana llegaron 2 millones de dosis, del total de 7 millones se administraron apenas un poco más de 4 millones, es decir menos del 60%.

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