A medida que se acerca la fecha de comicios en la provincia, va creciendo la preocupación en diferentes sectores de trabajadores, sobre todo de los que están en la primera línea contra el coronavirus, como los trabajadores de la salud (Samic Eldorado-Oberá-San Vicente).

El sector de internación y la guardia de emergencia se está saturando, principalmente por falta de recurso humano, y eso impacta en toda la atención. Por eso la inauguración a principio de mayo de 45 camas en el Samic de Oberá (como tambien en el Samic de Eldorado) destinado para el sector de UTI, obstetricia y respiratorio de Covid, cae en saco roto porque no se capacitó a tiempo a nuevo personal y no se reparó la falta del mismo. Los trabajadores de salud están llegando a su tope de agotamiento físico y mental. Además muchos hacen extensas guardias para arañar la canasta familiar derivando en un trabajo de 8 a 24 horas, lo que agudiza la exposición ya que tienen que pasar en un solo turno de un sector a otro.

Los profesionales no solo deben pilotear en estas condiciones sanitarias, sino que también están sometidos a aprietes políticos oficialistas que buscan condicionar el libre pensamiento y el derecho a protesta. En este sentido, enfermeras y enfermeros del Hospital de Agudos Doctor Ramón Madariaga denunciaron la no renovación de contratos a un grupo de 17 enfermeras y enfermeros. La medida es una represalia por haber peticionado un sueldo igual a la canasta familiar y realizado medidas de lucha en el mes de septiembre. Nos solidarizamos con los trabajadores amenazados.

Desde el inicio de la pandemia el gobierno renovador tuvo tiempo de sobra para ocuparse de mejorar y robustecer el sistema de salud público, pero el maquillaje misionerita sigue empeñado en garantizar contratos basuras manejados por la fundación del Parque de la Salud, mientras que el Ministerio de Salud queda en segundo plano siendo un ente que no responde a ninguna necesidad. No se hizo nada significativo para dar un salto y estar a la altura de las circunstancias, por el contrario la lucha de los trabajadores se hizo sentir en los 35 días de acampe y corte de ruta en plena pandemia. Un escándalo mayúsculo.

A pesar de todo el cuadro de situación que indican los números diarios de los testeos positivos y las muertes, el gobierno provincial pretende tapar el sol con un dedo para continuar con su campaña electoral a costa de la salud de la población. La provincia se ve sumergida en un colapso sanitario del cual es responsable el gobierno de la Renovación y su ministro de Salud fantasma que solo responde al empresariado de la fundación del Parque de la Salud.

De manera urgente deben ponerse todos los recursos necesarios para evitar demoras y hacinamiento en las guardias, un genuino resarcimiento económico a los profesionales de salud, centros de atención primaria (CAPs) en los barrios con especialistas e insumos. Reclamamos la suspensión de las elecciones provinciales.

 

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