Un estudio del Observatorio de Trabajo, Economía y Sociedad (Otes) titulado “Accesibilidad y Recursos”, informa que hacia el 2019 el 35% de los hogares del Gran Córdoba no contaba con cobertura de salud, lo que equivale a 520 mil personas. Vale tener en cuenta que la cifra podría ser mayor si se considera que en el cuadro actual de pandemia se vienen imponiendo despidos, con lo cual más personas se quedan sin cobertura.

De esta forma, el sistema público debe cubrir a más personas, en pleno Covid-19, con recursos escasos. El citado informe explica en números el vaciamiento de la salud pública en beneficio de los centros de atención privados. Esa orientación viene siendo impulsada desde el gobierno de Juan Schiaretti.

El ajuste sobre la salud pública impacta de lleno en los puestos de trabajo del sector. Según el estudio de Otes, “los cargos en la salud pública comienzan con 10.045 en el año 2010, aumentando hasta alcanzar los 12.510 en el 2015. En 2019 cae hasta los 11.506”. En contraste, se da un crecimiento de las clínicas privadas. “Comienza en 2010 con 17.908 personas trabajando y en 2019 alcanza las 24.461”.

Así las cosas, según Otes, la salud privada “cuenta con alrededor de 750 establecimientos, duplicando los registros públicos”. Además, de acuerdo al informe, los centros de atención privados “en su conjunto, mejoran todas las comparaciones de acceso y disponibilidad respecto a lo público”. Sin embargo, no por esto el sistema de salud privado es ajeno a la precarización laboral y bajos salarios. Finalmente, les trabajadores del sistema privado sufren en carne propia el hecho de que la salud bajo estos gobiernos es un negocio que se acrecienta en base a la pérdida de derechos laborales.

Vale señalar también que la variación salarial anual del sector privado siempre está debajo del aumento anual de las prepagas y los medicamentos, según el informe. Un indicio de las ganancias del sector.

Los números expuestos y el ajuste brutal sobre salarios, sacan a la luz que el pueblo trabajador dejará las prepagas y se volcará en mayor medida a hacerse atender en un sistema de salud que sufre un ajuste estructural. Como se señala en el informe, “a medida que disminuyen los ingresos percibidos por el hogar, es mayor la propensión a no disponer de cobertura de salud, por lo que los sectores con menores recursos dependen en mayor medida de la salud pública”.
La crisis en el sistema de la salud pública es el resultado de una orientación política que recorta el presupuesto y la inversión en salud para destinar más recursos al pago de la deuda y todo tipo de prerrogativas legales e impositivas a las patronales.

Es en este marco de crisis y con este sistema de salud vaciado que la provincia está teniendo un crecimiento de casos de Covid-19. En el plenario del próximo 25 de julio de la Coordinadora Sindical Clasista, el debate en torno a la defensa de la salud pública de la mano de la acción independiente será un punto abordado integralmente.