El próximo martes 4 de enero, trabajadorxs del Hospital Neuropsiquiàtrico, el Instituto Provincial de Alcoholismo y Drogadicción (Ipad), el Centro de Rehabilitación Socio Laboral y La Casa del Joven desarrollarán un paro de 24 horas desde las 10 de la mañana que será acompañado por una concentración frente al Neuropsiquiàtrico.

El motivo de la medida de fuerza proviene del reclamo por los incumplimientos de protocolos de Covid-19 por parte de las autoridades sanitarias, en el marco de una nueva ola con índices récord de contagios en Córdoba.

Es que tal como se establece por medio de un comunicado de la Unión de Trabajadores de la Salud (UTS), ya se cuentan más de 40 casos de coronavirus entre los profesionales de las instituciones que componen la manzana de salud mental. El cuadro es tan crítico que peligra el sostenimiento de las guardias mínimas por falta de personal.

Frente a esto, lxs trabajadorxs denuncian que la respuesta de los directivos es la mayor sobrecarga laboral y la violación de las medidas sanitarias para evitar la propagación del virus, tal como se evidencia en el traslado de un trabajador del Ipad al Neuropsiquiàtrico para cubrir una guardia, o en el caso extremo de un profesional que tomó guardias encontrándose contagiado y presentando sintomatología.

Esta situación caótica, que se ve agravada por la pandemia, es el botón de muestra del ajuste que impera en el sistema sanitario en general y en la salud mental en particular. Mientras innumerables estudios establecen que la epidemia tiene un fuerte impacto en la vida de los sujetos incrementando los casos de ansiedad, depresión y de trastornos psiquiátricos, la desinversión, el recorte presupuestario, el faltante de personal, infraestructura e insumos no solo atenta con la atención de lxs usuarixs, además pone en riesgo su salud y la de lxs trabajadorxs, favoreciendo el incremento de casos.

Así las cosas, es necesario profundizar la lucha por el aumento de presupuesto, personal e insumos para salud y por un salario mínimo igual a la canasta familiar que permita dar por tierra con el pluriempleo al que somos sometidxs, situación que nos expone a mayor riesgo de contagios. Ante la nueva ola además resulta indispensable que se incrementen los centros de testeos para una detección rápida de los nuevos casos.

Ante el agravamiento de los padecimientos mentales como consecuencia de la pandemia es también menester luchar por las reivindicaciones que desde hace años vienen levantando lxs trabajadorxs de esta área, una de las más postergadas dentro del muy golpeado sistema sanitario.

Que el paro de salud mental sea el puntapié de un plan de lucha más general de toda la salud provincial. Vamos por el frente único de todos los hospitales para arrancarle al gobierno la resolución de todas nuestras demandas.