Salud
2/1/2024
Dengue: alarmante aumento de casos en Argentina y el mundo
Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo consideró como una grave amenaza sanitaria.
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El cambio climático incentiva la propagación de los mosquitos.
El 2023 marcó un récord de casos reportados de dengue en Argentina: con unas 135 mil personas infectadas y unos 70 fallecidos por la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti, según los últimos datos del Ministerio de Salud (hasta mediados de diciembre). En tanto, la Organización Mundial de la Salud advirtió, este pasado viernes 29, que la incidencia mundial del dengue ha aumentado notablemente en las últimas dos décadas, lo que plantea “un desafío sustancial para la salud pública” (Noticias Ambientales, 30/12).
Además, el 93% de los contagios reportados fueron autóctonos, es decir, que los pacientes contrajeron la infección en el país, sin antecedentes de viaje. Y, en el último mes, ese porcentaje ascendió al 98%. En ese marco, el máximo organismo sanitario nacional emitió recientemente una alerta epidemiológica por riesgo de propagación del dengue e indicó que se observa en el país una curva ascendente durante las últimas cuatro semanas. Con un promedio de 591 casos semanales, mientras que en las cuatro semanas previas la media de contagios había sido de 232. Para peor, las autoridades sanitarias, alertaron que “la circulación de múltiples serotipos de dengue puede incrementar el riesgo de formas graves de la enfermedad” (Infobae, 26/12).
Datos muy preocupantes
En comparación con el último brote epidemiológico de dengue registrado en el país en la temporada 2019-2020 (59 mil casos en 2020), ha habido un incremento del 47% en el número de casos en el periodo 2022-2023. Y, respecto a nivel mundial, tras un ligero descenso de los casos entre los años 2020 y 2022 debido a la pandemia de Covid-19 y a una menor tasa de notificación, en 2023 se ha observado un repunte del dengue en todo el mundo, caracterizado por un significativo aumento del número y la aparición simultánea de múltiples brotes, que se han extendido a regiones anteriormente no afectadas por la enfermedad.
Entre 2000 y 2019, se documentó una multiplicación por diez de los casos notificados en el planeta, que pasaron de 500 mil a superar los 5 millones. El año 2019 marcó un pico sin precedentes, con casos notificados que se extendieron a 129 países.
La transmisión del dengue es cíclica y cabe esperar grandes brotes cada tres o cuatro años. Durante la época del Coronavirus, se observó una transmisión moderada del dengue en algunas regiones y una transmisión baja en otras, lo cual conllevó a una acumulación de personas sin inmunidad a ciertos serotipos del virus del dengue. Sin embargo, los datos sobre los serotipos de dengue circulantes son limitados.
Desde principios de 2023, la transmisión en curso, combinada con un pico inesperado de casos, ha dado lugar a una cifra cercana al máximo histórico de más de cinco millones de casos y unas 5.000 muertes relacionadas con el dengue notificadas en más de 80 países y territorios. Cerca del 80% de estos casos se ha reportado en el continente americano.
El rol del cambio climático
El dengue se transmite por picaduras de mosquitos y se da, sobre todo, en zonas urbanas de climas tropicales y subtropicales. Sin embargo, el calentamiento global está haciendo que haya casos en zonas cada vez más alejadas de los trópicos. Según afirmó hace poco Diana Rojas Álvarez, una especialista de la mencionada agencia sanitaria de Naciones Unidas: “El cambio climático tiene definitivamente un impacto porque las temperaturas más cálidas crean las condiciones para que los mosquitos que portan la enfermedad se expandan”.
Los mosquitos que transmiten el dengue ahora son capaces de sobrevivir a los inviernos en Europa y en Sudamérica. Debemos recordar también las consecuencias del fenómeno cíclico de El Niño en 2023 que, combinado al calentamiento global, provocaron un aumento de las temperaturas, las precipitaciones y la humedad. Cabe aclarar que en Argentina tuvimos un mes de diciembre bastante lluvioso, lo cual es una contribución más a la proliferación de los mosquitos.
Y encima: la Encefalitis Equina
Para colmo de males, en la Argentina estamos transcurriendo un incipiente brote de Encefalitis Equina del Oeste (EEO). La invasión de mosquitos que está sacudiendo a gran parte del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) genera una gran preocupación ya que se trataría de la especie Aedes albifasciatus, conocida como “mosquito de inundación” y transmisora del virus de la EEO, que actualmente afecta a caballos del centro y norte de la Argentina (Télam, 29/12).
Los investigadores indicaron que la picadura de este mosquito es más dolorosa respecto de otras especies, incluso que es un tipo de insecto que se caracteriza por ser silvestre y se distribuye prácticamente en toda la Argentina, incluso es tolerante a las bajas temperaturas y llega hasta Tierra del Fuego. “Hay abundancia de una especie que llamamos mosquitos de inundación por el tipo de estrategia y ciclo de vida que tiene”, expresó la directora del Grupo de Estudio de Mosquitos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, Sylvia Fischer.
Por otro lado, agregó que, por la escala del pico de mosquitos actual, “no hay estrategias factibles para controlar la reproducción de esta especie”. Queda solo en recomendaciones básicas de usar ropas con mangas largas y la aplicación de repelentes. Al contrario de las que se conocen para prevenir el mosquito del dengue -el Aedes aegypti-, como eliminar recipientes en desuso que puedan acumular agua, no se aplican a este “mosquito de inundación” porque es totalmente diferente el tipo de lugares en los que se cría (Idem).
Al momento, en Argentina se ha reportado una docena de casos de encefalitis equina en seres humanos y, lamentablemente, con una víctima fatal en la Provincia de Entre Ríos. En ejemplares equinos hay afectados unos 1200 y distribuidos en las provincias del noroeste, centro y litoral argentino.
La enfermedad no se transmite entre humanos, sino a través de un vector que son los mosquitos. Sin embargo, a más caballos contagiados y mosquitos circulando, más chances hay de incrementar los contagios en seres humanos.
Cuando no, Mauricio Macri
El portal de noticias El Destape (29/12), aporta una información muy interesante respecto al gobierno del PRO de Macri (2015- 2019) y el brote actual de Encefalitis Equina del Oeste. Aunque omite que su sucesor, Alberto Fernández (Frente de Todos), no revirtió esa medida.
Sin hacer referencia al expresidente Macri ni a Juntos por el Cambio, el titular de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, se refirió a la preocupación en el sector por este brote. En una reunión con delegados y directores de la entidad expresó: “Hubo una decisión de dejar de vacunar y los laboratorios dejaron de fabricar vacunas porque no se las vendían a nadie. Digamos, se cortó la obligación. Aunque mucha gente siguió vacunando, sobre todo a los caballos que se trasladan, en esa temática de cortarse la obligatoriedad, los laboratorios dejaron de fabricar” (Ídem).
Cabe señalar, que la EEO es una enfermedad zoonótica y que afecta en diversos grados el sistema nervioso. El virus (Alphavirus homónimo) se mantiene en la naturaleza mediante aves y animales silvestres. La directora regional NOA del Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) indicó que desde 1988 hasta la fecha no se registraban casos y, en 2016, durante el gobierno de Mauricio Macri, tras un estudio que realizó un equipo técnico, se levantó la obligatoriedad de la vacuna; lo que implicó que los productores tengan la libertad de decidir o no si seguía con dicha política.
A defender más que nunca la salud pública y el ambiente
En función del panorama descripto, tanto el dengue, la encefalitis equina o el Covid no se deben a una fatalidad de la naturaleza. Los responsables son los gobiernos capitalistas de nuestro país y el mundo, sean “nacionales y populares” o “derechistas libertarios”. Ellos son los que promueven el avance desenfrenado de las corporaciones agroganaderas, inmobiliarias, industriales, mineras o petroleras que arrasan nuestros bosques, humedales, glaciares, etc.
Los países centrales, sin dejar de aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero, y los países semicoloniales, habilitando los desmontes, levantando countries en zonas inundables, contaminando cursos de agua y los suelos exponen a un mayor contacto entre las urbes y la fauna silvestre, o promueven el hacinamiento animal en los emprendimientos productivos, generando así un enorme caldo de cultivo para las pandemias.
Encima, el desmantelamiento de los sistemas de salud pone en mucha más vulnerabilidad a la población. El calentamiento global, a por su parte, trastoca para mal la vinculación armónica de los fenómenos climáticos cíclicos, los animales, plantas y microorganismos.
Con el gobierno de Javier Milei, un negacionista del cambio climático, tenemos una enorme prueba. Hay que reforzar la máxima organización entre los trabajadores de la salud, las comunidades en lucha por el ambiente y junto al movimiento obrero y piquetero, arrancar al Estado los presupuestos necesarios para enfrentar la emergencia, derrotar el ajuste, privatizaciones, entrega y represión del plan motosierra, y terminar de una vez por todas con estas calamidades.
https://prensaobrera.com/salud/invasion-de-mosquitos-aumento-del-dengue-y-repelentes-dolarizados
https://prensaobrera.com/salud/la-aplicacion-del-dnu-de-milei-seria-un-salto-en-la-privatizacion-de-la-salud