Salud
8/3/2020
Dengue: la epidemia que el Estado oculta
Más de 3.000 infectados en Misiones.

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En los últimos días de la semana los medios nacionales y misioneros reflejaron a página central la llegada del coronavirus a la Argentina. No pasó lo mismo con la epidemia de dengue que viene azotando Misiones, donde habría más de 3.000 infectados, y que ya se extendió a otras provincias.
El dengue es una enfermedad que ataca principalmente a las barriadas, ya sea por la falta de una política estatal de control que redunda en basurales a cielo abierto, criaderos de mosquitos, como por el abandono de la salud pública –a la que recurren los obreros- donde la falta de insumos para reactivos y la puesta en funcionamiento del protocolo de prevención lleva a negar los casos posibles de dengue –según el gobierno Renovador solamente había 97 casos hace 2 semanas- y abandonar a los enfermos a su suerte.
El gobierno provincial que viene aplicando hace años el ajuste en Misiones, kirchnerista primero, macrista después y del Frente de Todos en la actualidad, ha dejado un sistema de control y salud terriblemente deficiente y todas las campañas de concientización rozan la demagogia al contrastarse en el abandono en que se encuentran baldíos, plazas y zonas de arroyos de la mayoría de los municipios de la provincia. Asimismo, en la salud pública, el faltante de recursos y personal deja a los trabajadores a merced de la enfermedad y de los laboratorios privados, los únicos que llevan adelante los estudios de serología.
Con una parte importante de la población que ya fue infectada por uno de los serotipos del virus del dengue, los riesgos de contraer un nuevo serotipo y padecer dengue hemorrágico, que implica riesgo de muerte, aumentan enormemente. La peligrosidad de la enfermedad es una consecuencia directa del accionar de un Estado más preocupado en rescatar la riqueza de los empresarios que la vida de los ciudadanos.
Los trabajadores debemos organizarnos ante el abandono estatal
Para exigirle al Estado una política sanitaria que enfrente la epidemia y tenga en cuenta nuestras necesidades los trabajadores debemos organizarnos y enfrentar en las calles al gobierno ajustador.
A fin de detener la actual epidemia es necesaria la distribución gratuita de repelentes para toda la población; entrega de recursos y personal extraordinarios a los hospitales públicos para que el examen de serotipo sea accesible para las personas que no puedan costearlo; reintegro en las obras sociales; un plan de fumigación y de rociamiento bajo control y tareas de los vecinos. Que los gobiernos provinciales y municipales provean de herramientas, insecticidas, capacitación y salarios para las tareas.
Convoquemos a asambleas barriales para que sean la base de un plan de lucha local y provincial que erradique la epidemia del dengue.