Si bien hay leyes que establecen que las obras sociales deben brindar el 100% de cobertura de insumos para diabéticos actualmente eso no se está cumpliendo. Así, en el artículo 5to de la Ley Nacional N° 23.753 se plantea que “la cobertura de los medicamentos y reactivos de diagnóstico para autocontrol de los pacientes con diabetes, será del 100% (cien por ciento) y en las cantidades necesarias según prescripción médica.”

Para acceder a lo establecido en el párrafo anterior, sólo será necesaria la acreditación, mediante certificación médica de una institución sanitaria pública, de la condición de paciente diabético. Esta certificación se hará al momento del diagnóstico y seguirá vigente mientras el paciente revista el carácter de enfermo crónico. La Autoridad de Aplicación no podrá ampliar los requisitos de acreditación para acceder a la cobertura.”

Sin embargo IOMA le exige a las personas con diabetes la presentación de estudios de laboratorio y renovación del trámite cada seis meses demostrando su condición, aunque se trate (como en la diabetes tipo 1) de una enfermedad crónica que hasta la fecha para la ciencia es irreversible. Las/os pacientes no sólo tienen que demostrarle a IOMA la continuidad de una condición irreversible sin cubrir al 100 por ciento el conjunto de los estudios sino que a la hora de entregar los insumos pone un límite: otorga tiras reactivas para tan sólo dos mediciones diarias (¡!), cuando los médicos sugieren 5 mediciones diarias (una medición por cada comida y una de ellas post comida); en el caso de mujeres embarazadas se recomiendan entre 7 y 9 mediciones diarias para impedir malformaciones, abortos espontáneos o complicaciones intrauterinas. El recorte para pacientes diabéticos no es sólo de las tiras reactivas sino que llega también a otros insumos (como agujas, lancetas y accesorios) por cubrirse “según ponderado” -es decir con una cobertura de monto fijo que queda desactualizada permanentemente y no con una cobertura al 100% como parte del Plan Meppes, tal cual se establece por ley-.

Este recorte de IOMA se hace sobre un sector de la población que actualmente compone el grupo de riesgo ante la pandemia Covid-19. Se trata de recorte que impacta directamente en la calidad de vida de pacientes diabéticxs debido a que dos mediciones diarias en lugar de 5 imposibilitan el seguimiento y la posibilidad de estabilizar valores glucémicos pudiendo así desencadenar en consecuencias graves como lo son el daño de órganos blandos tales como la vista y los riñones.

 

Quien quiera obtener una mayor cobertura debe realizar un amparo judicial, o debe pasar una y otra vez (y ser filtrado) por las oficinas del IOMA Central en La Plata, donde con perseverancia y con suerte quizás se obtiene lo solicitado. Pero la situación es diferente para quienes vivimos en localidades de la provincia con sedes descentralizadas, donde estas “excepciones” son negadas de cuajo en las sedes más próximas y donde, por consiguiente, se ve mayormente vulnerada nuestra calidad de vida.

Así las cosas, IOMA cubre hoy 100 tiras reactivas para medir azúcar en sangre durante 45 días, cuando debería cubrir en 45 días 225 tiras. Así corre por cuenta del diabético/a o insulinodependiente el costeo de la cantidad restante: 125. Ciento veinticinco tiras hoy tienen un valor de $8.075.

El vaciamiento de IOMA es el resultado de una política activa de sucesivos gobiernos que han saqueado los recursos de la mayor obra social de la provincia de Buenos Aires. Se ha llegado a esta situación gracias a la complicidad de las direcciones sindicales burocráticas. La conquista de la plena atención sanitaria para todos los afiliados es una tarea esencial de los sindicatos y una reivindicación que plantea la necesidad de recuperarlos para la lucha de los trabajadores.