Salud

17/11/2011|1203

El Borda y el Moyano, literalmente de remate

Con la complicidad del kirchnerismo

-Exclusivo de internet

“Se abrió el concurso para proyectar los edificios que albergarán todas las sedes gubernamentales de la Ciudad en los predios que actualmente ocupan el hospital Borda y el Moyano. Finaliza el 12 de diciembre”.

Las palabras en el encabezamiento de la nota “Imaginando la nueva sede del Ejecutivo porteño” del suplemento Arquitectura de Clarín (4/11) termina por blanquear lo que denunciaramos un par de meses atrás en Prensa Obrera 1194 (ver nota “Macri acorrala al Borda”). El proyecto denominado Siglo XXI y gestionado por la Sociedad Central de Arquitectos (SCA) y el gobierno de la Ciudad (el traslado de áreas ministeriales y jefatura de gobierno a la zona de los neuropsiquiátricos), presentado por Macri a principios de septiembre, avanza a pasos agigantados. En una primera instancia, las autoridades macristas -que tuvieron como portavoces a los propios delegados de los gremios del hospital Borda, alineados al kirchnerismo- dejaron sentado que la concreción de dicho proyecto no implicaba el traslado de los hospitales sino una suerte de “convivencia en armonía” del futuro Centro Cívico con los mismos. En la nota de marras, explicamos por qué eso era un embuste: resultaría imposible la integración de dos hospitales neuropsiquiátricos en un cuadro de derrumbe en el corazón de una zona que pasará a ser la “meca” de la especulación inmobiliaria del sur de la Ciudad.

No nos equivocamos. Los “anuncios de oportunidades” presentados con bombos y platillos -cual apertura de una temporada de pileta de club de barrio- para “Imaginar la nueva sede del Ejecutivo porteño” confirma dos cuestiones de suma gravedad: por un lado, ya no habrá “convivencia en armonía” sino literalmente el cierre y traslado de los hospitales con rumbo incierto; el segundo elemento que cabe la pena destacar es que los gremios del Borda (ATE-UPCN-Sutecba-AMM), luego de la asamblea en el hospital Moyano de hace un mes y medio, se han refugiado en un silencio absoluto a la par del avance del proyecto.

Mientras tanto, el Borda sigue en un proceso literal de desmembramiento: es inminente el cierre del Servicio 74 (único servicio de psicología social dedicado a espacios recreativos para los pacientes internos), el cual pasaría a ser el segundo sector cerrado en lo que va del año (en abril cerró el Servicio 14/22, especializado en patologías de adicciones).

La llamativa (o no tanto, a esta altura) pasividad de los gremios -totalmente ausentes de todas las iniciativas resueltas en la Interhospitalaria del Gutiérrez que resolvió llamar a la Marcha Blanca del 23 de noviembre- puede responder al acuerdo del gobierno nacional y el macrismo que engloba un paquete mayor: traspaso del subte, negociados inmobiliarios y subsidios a los grandes pulpos de la Ciudad. Los mismos que se paseaban de la mano con Filmus en época electoral, cuando en el Borda no había gas (hasta el día de hoy sigue sin haberlo en el 60 por ciento del mismo), hoy no mueven un dedo mientras avanza el proyecto macrista de cierre y traslado.

Corresponde mencionar que quien comenzó a allanar el camino fue la Presidenta: como parte del Plan de Seguridad Cinturón Sur, en agosto cerró las unidades penitenciarias psiquiátricas 20 y 21 del Borda y del Moyano, respectivamente, las cuales fueron trasladadas a la zona de Ezeiza.

Frente al silencio cómplice de la burocracia sindical K, y de los legisladores oficialistas, con el macrismo, es fundamental que los trabajadores de la salud junto al conjunto de organizaciones sociales y políticas, el movimiento de la Interhospitalaria, los centros de estudiantes y los familiares de los pacientes, nos organicemos antes que Macri -con la complicidad del gobierno nacional- cumpla el viejo sueño de las gestiones anteriores: cerrar los neuropsiquiátricos y desarrollar un formidable negociado inmobiliario en el sur de la Ciudad.