Las autoridades del Hospital El Cruce, en la localidad bonaerense de Florencio Varela, confirmaron en estos días a los trabajadores su anuncio de marzo de que ha dejado de existir la denominada partida 4, que estaba destinada a renovación tecnológica, pero que se usaba para tapar los baches del dinero que no enviaba el gobierno provincial –este es responsable del 30% del presupuesto, mientras Nación tiene a su cargo el 70% restante.

Esta medida, que implica la reducción presupuestaria de este hospital de excelencia en un 40% y la cesantía de 200 trabajadores, implica consecuencias catastróficas para la salud de la población de Florencio Varela, Quilmes y Berazategui, ya que en esta institución se realizan trasplantes cardíacos de médula ósea, hepáticos, renales, de córnea, cirugía cardiovascular y neurocirugía, y se distingue por la realización de terapia intensiva pediátrica.

Frente a esto, en una masiva asamblea los trabajadores del hospital resolvieron convocar a un abrazo al hospital para el 28 de junio.

También hay que señalar que la gobernadora Vidal ha sub ejecutado 18 mil millones del presupuesto de salud bonaerense, cuyas consecuencias prácticas están a la vista. Y que, por otra parte, este verdadero crimen contra los trabajadores y el pueblo tiene como contracara los beneficios impositivos a los grandes capitalistas votados en la ley del presupuesto 2018 –aprobado por todos los bloques, excepto por el Frente de Izquierda. Estos ataques se han agravado ahora con el acuerdo del gobierno nacional con el FMI, que plantea profundizar la ofensiva contra los trabajadores de la Argentina –como muestran los despidos contra estatales-, y con las medidas de beneficio a la industria privada de la salud, como laboratorios medicinales y clínicas.

El Partido Obrero en el Frente de Izquierda llama a participar masivamente del abrazo al hospital convocado por los trabajadores, el 28 de junio a las 11 de la mañana.

Como parte de la lucha de defensa del Hospital El Cruce, se debe reclamar que los gobiernos provincial y nacional giren los fondos correspondientes a hospital, la defensa de los 200 puestos de trabajo amenazados y el rechazo a la reducción presupuestaria.

Por un plan de lucha de los trabajadores de la salud en su conjunto –junto a los del Garrahan, el Posadas y otros que sufren estos ataques. Repudiemos el pago de la deuda externa y al acuerdo con el FMI y vamos a la elaboración de un plan económico, de salud y educación elaborado por un congreso de trabajadores, en defensa de la vida y de la salud, que incluya la nacionalización sin pago de las clínicas privadas y laboratorios medicinales bajo gestión de sus trabajadores.