Salud

12/6/2020

El operativo Detectar en primera persona

Entrevistamos a una vecina del Playón de Chacarita.

Desde Prensa Obrera hablamos con una vecina del Playón de Chacarita, un barrio que ya acumula 62 casos positivos y 116 hisopados. Dialogamos sobre cómo es el operativo Detectar según su experiencia personal, ya que varias organizaciones en diferentes barrios de la Ciudad vienen denunciando la negligencia de este tipo de operativos que convierten la atención y los traslados en fuentes de contagio.


¿Cómo fuiste detectada cómo caso sospechoso de Covid-19?


No fui detectada. De mí salió preguntar, porque estuve en contacto con una vecina que está aislada a la espera de un nuevo testeo. Ante la incertidumbre me acerqué a la posta sanitaria ubicada en la plazoleta de Teodoro García, para no quedarme con el “quédate tranquila que no pasa nada“ de los funcionarios del Instituto de la Vivienda y del personal que estuvo pasando puerta por puerta a preguntar síntomas y si habíamos tenido contacto con alguien. En todo momento planteé mi miedo, no por estar enferma sino porque entiendo que puedo seguir contagiando al no aislarme a tiempo, entendiendo que estamos en una situación crítica y somos uno de los barrios vulnerables de la Ciudad.


Un vez en la posta sanitaria planteé los contactos que había tenido, tanto en el trabajo con un caso similar como en el barrio, y que tenía algunos síntomas. Es así cómo determinaron derivarme al UFU del Hospital Tornú.


¿Cuántas postas sanitarias hay? ¿Cuentan con personal de salud?


Hay una sola y es un trailer (que era del Instituto de la Vivienda) donde te atienden con la puerta abierta. Hay dos personas que tengo entendido son médicas, y una vecina del barrio que me dijeron que es promotora de salud.


¿Y desde ahí cómo es el traslado a las UFU?


Te dicen que prepares un bolsito con una muda de ropa y que te van a llamar cuando llegue el “Coronabus”. Así llaman a los micros escolares que transportan a los vecinos y vecinas del barrio a los hospitales para hisoparlos.


En mi caso personal, me notificaron a los 20 minutos que el micro me estaba esperando. Cuando llegué había como 15 personas en el micro y me sorprendí. Pensé que ya nos iríamos, pero la promotora de salud siguió subiendo gente. Llegamos a ser 19 personas arriba del micro. Le planteé a la promotora que no nos pueden llevar a tantas personas sabiendo ella -como personal contratado por el Ministerio de Salud- que existen protocolos a nivel nacional. La respuesta fue que el micro está habilitado para 20 personas.


Una vez en el hospital me entero que el protocolo de Ciudad habilita hasta 15 personas, pero nadie del personal del gobierno audita los traslados y en este caso en el micro había casos positivos de Covid-19, todo el personal lo sabía, y aún así lo subieron al micro con nosotros. Lloré de la impotencia y bronca porque no me dejaron ir sola, ya que me habían dicho que el sistema con el cual se manejaban dentro del barrio dejaba mucho que desear a nivel organizativo y que convierten los traslados en fuentes de contagio.


¿Una vez en la UFU como es el procedimiento?


Una vez que llegamos al Hospital Tornú -además de seguir compartiendo el mismo espacio con el vecino ya confirmado como positivo hasta las 18:00- nos tuvieron hasta las 21:00 en un domo en pésimas condiciones, sin cuidados especiales de aislamiento. Con los vecinos allí presentes coincidimos en que nos estaban haciendo sentir como perros abandonados, o como si tuviésemos que pagar por el hecho de vivir donde vivimos.


Desde el Polo Obrero rechazamos estos traslados colectivos y exigimos que los operativos de detección y traslados estén realizados por personal de salud bajo convenio de trabajo, incluida como tarea insalubre con todas las medidas necesarias para evitar que se exponga su salud.