El lunes 17 se reunió la comisión de Salud de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires que el oficialismo proyectaba como un trámite, ya que el temario incluía algunos proyectos menores. Pero la presencia de profesionales y asociaciones de la salud, con el apoyo de legisladores de la oposición, convirtió a la reunión en una tribuna de denuncia contra el ajuste de Horacio Rodríguez Larreta sobre el área.

Trabajadores de diferentes áreas y de diversas asociaciones –la Federación de Profesionales, la Asociación Profesionales de Servicio Social, la Asociación Gremial del hospital Moyano y la Asociación de Antropólogos y Sociólogos– denunciaron allí el decretazo del jefe de gobierno de días atrás, que avanza con el Complejo Hospitalario Sur sobre la base del cierre de 5 hospitales monovalentes (el llamado “5×1”), así como el proyecto de reforma de la carrera de salud que acaba de presentar el oficialismo en el cuerpo legislativo.

 

El proyecto en cuestión excluye alrededor de 22 disciplinas de la carrera –atacando derechos laborales ya adquiridos– y perpetúa la exclusión arbitraria de la enfermería, uno de los sectores con peores condiciones laborales. Ataca a su vez la actividad gremial, al obligar a los representantes electos en las asociaciones gremiales a tomarse obligatoriamente licencia sin goce de sueldo –algo que ya se había intentado contra la comisión directiva de la APSS y fue revertido por una movilización de los trabajadores. Finalmente, va contra el criterio interdisciplinario e intersectorial en la atención de salud, al sostener y fortalecer la hegemonía médica en detrimento del reconocimiento de las diferentes disciplinas “no médicas” –las cuales ven recortadas así sus funciones y derechos a ser parte de las conducciones de servicios, dispositivos y efectores pertenecientes al sistema de salud pública de la Ciudad.

Complejo Hospitalario Sur

La reforma permite comprimir las estructuras jerárquicas y funcionales preparando el terreno para el ajuste, cierre de hospitales (como en el 5×1), guardias y otros servicios, lo cual afecta a médicos y no médicos. En su intervención en la reunión, el legislador del Partido Obrero-Frente de Izquierda Gabriel Solano denunció la iniciativa como “un ataque a la salud pública de la Ciudad” y la describió como “la reforma laboral en la salud”, dando cuenta de su carácter “flexibilizador, de ajuste y achique y discriminador de distintas profesiones”.

En relación con la resolución del Complejo Hospitalario Sur, que llevaría al desmantelamiento de los hospitales Muñiz (infecciosas), Udaondo (gastroenterología), Ferrer (rehabilitación respiratoria), Marie Curie (oncología) y el Instituto de Rehabilitación Psicofísica, Solano afirmó que “han recurrido a un decretazo ante la incapacidad de discutir abiertamente en la Legislatura un proyecto que es rechazado por las comunidades hospitalaria. Además se trata de un avasallamiento a la propia legislatura que debe discutirlo”. El ejecutivo ni siquiera respondió el informe presentado por el bloque del PO-FIT y aprobado por el cuerpo.

Llamamos a enfrentar estos ataques contra la salud pública con la movilización, asambleas en todos los lugares para poner en pie a los trabajadores de la salud y una asamblea general del gremio que unifique a las distintas profesiones para votar un inmediato paro y un plan de lucha.