Salud

10/6/2020

Hospital Fiorito de Avellaneda: cierre del sector oncología por Covid-19

Los contagios avanzan, y exponen el vaciamiento y las condiciones precarias.

Ante los resultados positivos a los testeos de dos médicos de oncología, autoridades del Hospital Fiorito tomaron la decisión de cerrar el área por completo. De este modo, decenas de enfermos crónicos y críticos han quedado a la deriva. Hasta el momento, ni desde el hospital, ni desde el gobierno provincial o el municipio han informado a los pacientes a qué centro hospitalario serán derivados.


Según informan representantes de la Cicop, hasta el momento se han efectuado 106 testeos, obteniendo 20 casos; es decir que a razón del 20% de los analizados se encuentran infectados. Estas cifras se condicen con las nacionales, que han colocado a la Argentina entre los países con más trabajadores de la salud contagiados en el mundo. A la vez, se denuncian aprietes y maltratos por parte de los directivos del nosocomio, en especial a los trabajadores con casos positivos. A la hora de brindarles el resultado son fuertemente interrogados, tratando de responsabilizarlos de su propio contagio. La pandemia ha desnudado un vaciamiento avanzado del Hospital Fiorito, que ha sido el caldo de cultivo para esta situación. Basta con mencionar que tan sólo dos semanas atrás trascendió que uno de sus directores también se había contagiado.


Mientras las autoridades hospitalarias tratan de expiar culpas en el personal sanitario, los mismos no son testeados periódicamente, ni siquiera los pertenecientes a los sectores con casos positivos. Tampoco reciben en tiempo y forma los EPP, llegando al extremo de utilizar camisolines no aptos para uso médico y siendo instados a lavarlos ellos mismos y reutilizarlos.


En uno de los distritos del sur del conurbano bonaerense con mayor cantidad de infectados (con más de 600 casos y 15 fallecidos), el silencio funerario del intendente Jorge Ferraresi sigue una línea de acción ajustadora. Cabe recordar que los últimos presupuestos municipales destinados al área de salud se han colocado por debajo de la línea de inflación, llegando incluso al bochornoso caso del presupuesto 2018, donde directamente se votó una reducción nominal en el presupuesto respecto al 2017. Esto se traduce en el inmenso deterioro y estado de abandono de salitas y unidades sanitarias municipales. Es también Ferraresi quien, junto a su socio provincial Axel Kicillof, explota al conjunto de los trabajadores municipales -incluidos los de la salud bajo figuras precarizadoras en lo laboral y salarial. La tercerización, el monotributo, el sueldo a destajo y otras formas de defraudación laboral se han vuelto moneda corriente en Avellaneda.


Los “héroes sanitarios” que él mismo reivindica en sus redes sociales no viven de aplausos. Exigimos al gobierno de la provincia de Buenos Aires y al municipio de Avellaneda inmediatos testeos a los trabajadores del Hospital Fiorito, así como las licencias correspondientes para los trabajadores en situación de riesgo. La precarización laboral sólo agrava este cuadro, por lo que se vuelve también una demanda de primer orden el pase a planta permanente de todo el plantel sanitario. Por su parte, se hace urgente definir dónde seguirán siendo tratados los enfermos oncológicos.


Estos reclamos elementales demandan más que nunca la unificación del conjunto del sistema sanitario, así como la triplicación presupuestaria para dotarlo de recursos y garantizar los EPP correspondientes y en buen estado para el personal de la salud. Este planteo no podrá darse sino a través de un punto final al plan de rescate a los capitalistas, la sangría de la usuraria y fraudulenta deuda externa y un verdadero impuesto a las riquezas.