Con gran conmoción los trabajadores del hospital Moyano recibieron la noticia de la muerte de otro enfermero, el pasado domingo 17, Mario Flores de 58 años, quien se encontraba hacía dos semanas internado en el Hospital Muñiz peleando por su vida. Ya son varios los contagiados en ese sector.

En el Moyano como en el resto de los hospitales de la ciudad, la falta de personal provoca que el personal de enfermería deba cubrir los sectores descubiertos, con el riesgo de ocasionar contagios, ya que no existen protocolos. Tampoco se están realizando los testeos quincenales a todo el personal, como medida de cuidado, los últimos se realizaron una semana antes de navidad.

El servicio de Emergencias, destinado para casos sospechosos de pacientes que deben ser aisladas, en espera de resultados de sus hisopados, considerado servicio en alerta amarilla, cuenta con un/a solo/a enfermero/a los fines de semana, para 15 internadas. Pero la falta de personal llega a la mayoría de los servicios, desencadenando rotaciones perjudiciales para los trabajadores de la salud.

Esto sucede en un cuadro de crisis del sistema de salud, previa a la llegada de la pandemia, pero recrudecida ahora. Mientras el número de casos de coronavirus crecen de modo alarmante en la Ciudad de Buenos Aires, y se vislumbra la llegaba de la segunda ola, el sistema de salud no está en condiciones de hacer frente a ese recrudecimiento.

Mientras las aperturas en la ciudad siguen, se pretende que el personal de enfermería siga en la primera línea de esta pandemia; con las vacaciones anuales suspendidas, paritarias a la baja, un bono miserable de 5.000 pesos que a la fecha sigue atrasado en su cobro, y que no ha sido incorporado al sueldo básico, mientras siguen sin que ser reconocidos como profesionales.

Por ello es necesario la centralización del sistema sanitario, la triplicación inmediata del presupuesto para salud, en base al no pago de la deuda y la eliminación de los negociados a costa de la privatización de la salud; bono de 20 mil pesos mensuales para todo el personal; la reapertura de paritarias y un salario equivalente a la canasta familiar; la formación de comités de seguridad e higiene en todos los hospitales públicos y privados electos por los trabajadores; la entrega de EPP en cantidad y calidad; el pase a planta permanente de todo el personal hospitalario, cualquiera sea la tarea que realice, y el pase de Enfermería a la carrera profesional.