El 27 de abril ingresó una paciente que no fue testeada por Covid-19, pese a que tenía síntomas sospechosos de coronavirus. Luego de 12 días de internación, el 10 de mayo, se conoció que era un caso positivo. Hasta este momento no se había activado el protocolo de pacientes Covid-19 y se desconoce el número real de personal que tuvo vínculo estrecho con la paciente. A su vez nunca se procedió al cierre del servicio de clínica médica sala de mujeres del tercer piso, donde estuvo la paciente internada desde su ingreso.

Hasta el momento se conoce dos trabajadores contagiados. La primera es una residente, el sector más precarizado en términos laborales y sobre los que el Ministerio de Salud descarga la mayor opresión, sin ir más lejos vienen de extenderle durante 4 meses los contratos desoyendo el reclamo de la asamblea de residentes y concurrentes CABA que plantea el pase a planta de los que egresarían el 31 de mayo. El segundo confirmado es un camillero. Este sector logró ser hisopado, por insistencia propia y luego de realizar un paro de una hora el lunes, ya que la dirección los obligaba a seguir trabajando.

El principal problema es que los hisopados se hacen de a tandas por lo tanto todavía se esperan resultado de varios trabajadores. A su vez no se cumple con el aislamiento preventivo de 14 días, por ejemplo a una enfermera que hisoparon el lunes la obligaron a volver a trabajar a la noche.

El hospital Udaondo, especializado en afecciones gastroenterológicas, ha incrementado la atención de pacientes producto de las derivaciones de hospitales de agudos que principalmente se focalizan en casos de Covid-19. Esta situación lleva a una sobreexigencia laboral sobre el personal.

A su vez desde la junta Interna de ATE denuncian falta de información por parte de los directivos. Estamos ante un caso de mucha gravedad teniendo en cuenta que han obligado a volver al trabajar. A su vez los amenazaron con sanciones y descuentos para que continúen prestando servicio.

Los trabajadores del turno franquero ya se habían manifestado en la puerta del efector el sábado 18 de abril pidiendo insumos de bioseguridad y EPP para todo el personal y la respuesta de la dirección fue atacarlo por medio de notas.

La presión de las autoridades y la falta de un protocolo claro de acción ante estos casos ponen en riesgo la integridad de los trabajadores. Aislamiento para todo el personal con vínculo estrecho, es imprescindible que se respete la vida de los trabajadores de salud.