Luego de una semana pasada por agua, debido en gran medida al cambio climático que niega Javier Milei, las instituciones del sistema público de salud de CABA han atravesado inundaciones, cortes de luz, goteras y perdidas significativas de los escasos insumos con los que cuentan. El jefe de gobierno, Jorge Macri, y el ministro de Salud, Fernán Quirós, han brillado por su ausencia.

Las fuertes tormentas que generaron inundaciones en el AMBA y en diversas provincias del país han agudizado aún más las precarias condiciones en las cuales nos desarrollamos les trabajadores de la salud pública. Esto es así porque el presupuesto otorgado para salud ha sido recortado por Jorge Macri, en consonancia con la política de vaciamiento de Milei, del cual Macri es su mejor alumno, con un presupuesto a la baja y salarios de miseria. A la falta de insumos hospitalarios y herramientas de trabajo (computadoras, teléfonos, etc) se le suma el deterioro de las infraestructuras no sólo en los hospitales generales o monovalentes sino también, en los Centros de Salud de Atención Primaria en los barrios porteños.

Es el ejemplo del Hospital Alvear del barrio de Paternal, el Penna en Barracas, el Santojanni en Liniers, entre otros.

El día martes 12 de marzo se han viralizado una cantidad de vídeos y fotos de los hospitales y centros de salud de CABA devastados por las tormentas. Los centros de salud ubicados en la zona sur de CABA han sufrido inundaciones, cortes de luz generales e incluso la pérdida de computadoras y teléfonos fijos. Muchos de ellos se vieron imposibilitados de abrir sus puertas, forzando así la suspensión de la atención.

Las respuestas de Jorge Macri y Fernán Quirós nunca llegaron. Mientras el jefe de Gobierno una semana antes sacaba a la luz un protocolo de Salud Mental con la intención política de no sólo “barrer” las calles de la Ciudad, sino más bien, de patologizar la pobreza y a las personas en situación de calle, ahora brilla por su ausencia en esta situación aberrante que tenemos que atravesar profesionales de la salud pública, usuaries y familiares de estos últimos.

Las personas usuarias han perdido turnos por este motivo, que serán retomados en semanas porque está situación afecta también a la saturación del personal, en el medio de la epidemia de dengue.

Esta escena refleja el riesgo permanente en el que nos encontramos les profesionales de salud  y usuaries frente a la responsabilidad política del GCBA. En la ciudad más rica del país siguen sin resolverse cuestiones de infraestructura básica, especialmente en los barrios más pobres. Macri responde a los intereses del sector de la especulación inmobiliaria que deteriora de manera drástica el ambiente, perjudicando a quienes sólo contamos con nuestra fuerza de trabajo para subsistir.

Exigimos condiciones adecuadas de trabajo y acceso a la salud pública, poniendo especial énfasis en la responsabilidad del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por nuestras condiciones laborales y de vida.

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