El 5 de marzo se reunió por segunda vez la mesa de trabajo entre Homero Giles, presidente de Ioma, junto a otras autoridades de la obra social y representantes de todos los bloques de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, luego de que la crisis del Ioma diera un salto con el corte de la atención en Mar del Plata y otros municipios y los recortes de atención general que se viven en toda la provincia.

Giles comenzó informando que con el fin de las vacaciones el conflicto de Mar del Plata se atenuó ya que bajó la cantidad de pacientes por la disminución del afluente turístico y que la atención en dos de las cinco clínicas que cortaron el servicio ya había retornado gracias a que Ioma cedió en la negociación con las clínicas otorgándole un 40% de aumento. Sin embargo, las tres grandes clínicas siguen en conflicto y por lo tanto se dificultan las internaciones y los tratamientos y estudios de alta complejidad.

A su vez, informó sobre la nueva implementación de los copagos de $1.500 a $3.500 en todas las prestaciones, que si bien ya existían ahora se generalizan con una actualización de los valores que es un piso y va a ir aumentando.

También dijo estar al día en el pago de medicamentos a las farmacéuticas y laboratorios y que se redujo la deuda con prestadores de tres meses a un mes de deuda, pero sin mostrar los números.

En resumen, Ioma recarga el bolsillo de los afiliados con copagos y recortes en la atención mientras que cede a las presiones de las corporaciones médicas entregando jugosos aumentos.

El diputado del Partido Obrero Guillermo Kane planteó la falta de los números concretos de cuánto ingresa y egresa en las arcas de Ioma, así como la necesidad de que los fondos de la obra social dejen de ir al Tesoro de la provincia y vayan integralmente a Ioma; que se pongan en claro los números de aquellos municipios que, bregando por dejar de aportar al Ioma de forma obligatoria para habilitar un nuevo negocio con la salud de los trabajadores, han dejado de capitar y de retener a los afiliados.

Las soluciones del gobierno de kicillof, entonces, son cediendo ante las presiones de las clínicas, los laboratorios y las corporaciones médicas, mientras descarga la crisis sobre los afiliados y prestadores individuales que ven mermados sus salarios.

Desde la bancada de Guillermo Kane del PO y el FIT-U hemos presentado varios proyectos en defensa de la obra social, especialmente en referencia a que el directorio de Ioma debe ser de los trabajadores para no permitir que se violente su autarquía a través del envío de los fondos de sus afiliados al Tesoro. Porque el dinero de Ioma viene de sus afiliados y al entrar al Tesoro retorna a la obra social solo un 70%, aproximadamente, llevando al déficit de la obra social.

Ligado a esta problemática presentamos en esta semana un pedido de informes dirigido al Ministerio de Salud y a Ioma para que se esclarezca el contralor de los fondos de la obra social y el cuestionamiento de que a los médicos no se les aumentan sus aranceles mientras que a las clínicas sí.

Las recetas del gobierno provincial dejan en claro que la defensa integral de Ioma solo puede estar en manos de sus verdaderos dueños, los trabajadores.

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