Salud

15/9/2020

La carta del médico de Orán desnuda la política sanitaria de Sáenz

El gobierno responsable del alto índice de contagios y mortalidad.

Médico residente en Orán, Daniel Gatica

La impresionante carta publicada por un médico residente de Orán, contando las causas de su renuncia a la guardia del hospital San Vicente de Paul, expuso brutalmente la situación crítica del personal y del hospital donde trabaja. La carta se viralizó rápidamente, evidenciando la enorme desconfianza en las cifras e informes oficiales del Ministerio Salud de Sáenz.

Gatica, así se llama el profesional, desnudó que son los médicos y médicas residentes quienes sostienen al hospital de Orán, que lo hacen con bajos salarios, y sin recursos. “Me cansé de atar con alambre, de hacer lo imposible, de seguir protocolos que sabemos que no sirven, de tener que elegir a quién dar una cama y a quién darle un tubo de oxígeno semivacío y una camilla o una silla. Me cansé de salir a las 15, volver a las 18 y salir dos días después, sin tener donde bañarnos ni cambiarnos.”

Señaló que la guardia Covid “es catastrófica, tiene capacidad para 17 camas, y hay 25 y que la carga viral es altísima. La exposición de los médicos es alta. Los pacientes no están bien. Entiendo a la gente, pero los médicos de residencia somos quienes andamos cubriendo baches por todos lados, trabajamos por dos mangos y mantenemos vivo al hospital”.

Pero la carta también expuso la crítica situación sanitaria de la población, describiéndola como una población de riesgo por la enorme cantidad de personas con “secuelas pulmonares, secuelas de tuberculosis, HIV, desnutrición, obesidad, adicciones y diabetes no controlada”.

Hoy, los gremios de profesionales de la Salud, Apsades y ATE, confirmaron estos datos a través de un informe que asegura que la tasa de letalidad en Orán es de 11,7 (diez veces la media nacional) y que la incidencia de contagio entre los trabajadores de la Salud es del 29%. Además el informe revela que la guardia cuenta con solo 10 enfermeros y 4 médicos para cubrir los 7 días de la semana. Agregan que se contabilizó, en un día de trabajo en guardia, 45 pacientes internados en bancas, sillas y camas de madera; el 90% con requerimiento de oxígeno.

El nuevo gerente confirma el vaciamiento: “se logró en forma histórica que a partir del día miércoles el hospital de Orán pueda contar con un especialista de terapia intensiva”, dijo.

Gatica también denunció en su carta que sus “colegas, amigos y compañeros de guardia no cobran desde junio, porque siempre para el monotributista y para el residente no hay plata”.

Hospital San Vicente de Paul – Orán

El oficialismo intentó menguar el impacto que produjo la carta, dando a conocer a través de su Ministro de Salud la llegada de cerca de 20 profesionales enviados por la Nación, además de insumos básicos. Pero la delegada de ATE descubrió la realidad del número: “lo que sucede es que aquí se anunciaron 17 profesionales y en realidad, solo médicos eran dos y hacen trabajo de campo. Es decir, no se suman profesionales médicos para los servicios que ya están colapsados y es allí donde se necesita”, explicó.

Sáenz ya había realizado un volantazo luego de la movilización del pueblo oranense, despidiendo primero a la ministra de Salud, repudiada por afirmar que no había necesidad de abrir una escuela de Orán por falta de camas en el Hospital San Vicente de Paul. Finalmente las 100 camas habilitadas en la escuela Osvaldo Pos de la localidad, recién comenzaron a funcionar la semana pasada, en medio de las protestas públicas por el colapso de camas.

Orán es el eslabón más débil de la cadena

Los problemas estructurales que vuelven más vulnerable a la población de Orán para hacer frente a la pandemia, tal como lo describió Gatica, ya fueron denunciados por el Partido Obrero: hacinamiento, déficit habitacional crónico, déficit de servicios básicos y una desocupación que alcanza al 65 % en la juventud trabajadora. El incremento del cultivo de caña de azúcar y soja, por parte del Ingenio Tabacal, con la pérdida de mano de obra de pequeños producciones citrihortícolas, su reemplazo por el bagayeo y el trabajo cuentapropista, única salida para la población trabajadora.

Los volantazos de Sáenz no han cambiado la política sanitaria

El cambio de ministro y los anuncios de incremento de recursos, completamente insuficientes para el altísimo vaciamiento de la Salud de Salta, no llegan a cambiar la orientación de clase de la política sanitaria de Sáenz que desde el PO venimos denunciando. No ha modificado la relación con las clínicas, centralizando el sistema público y privado bajo un solo comando para ponerlo al servicio de la población; no está dispuesto a afectar las grandes fortunas de la provincia para hacer testeos masivos, para equipar el sistema e incrementar profesionales y menos para destinar un subsidio para que la mitad de la población trabajadora pueda realizar la cuarentena sin hambre.

Estas tareas deberán ser el resultado de la intervención del pueblo de Salta, como hicieron los trabajadores de Orán.