Mientras se difunden las noticias del recorte del gobierno nacional sobre los medicamentos oncológicos, se ve a la par una debacle en las condiciones edilicias, de aparatología e insumos en los centros de salud de la provincia de Buenos Aires cuyo responsable es el gobernador Axel Kicillof.

La saturación de las guardias en la provincia es una constante, y el brote histórico de Dengue demostró un sistema de salud que no solo no cuenta con los reactivos necesarios, sino tampoco la capacidad de internación necesaria. La espera para realizar estudios de imágenes como una tomografía o una resonancia puede llegar a ser de meses y ya comienzan a escasear insumos básicos para la atención.

Lxs trabajadorxs de la salud hemos transitado los primeros meses del gobierno de Milei con un agravamiento de la precarización que vivimos ya hace años. Con una inflación del 276,2% interanual, el golpe a nuestros salarios es brutal, lo que nos empuja al pluriempleo, a contratos precarios y al monotributo.

“La motosierra” ha sido una transferencia enorme de recursos, que en nuestro rubro benefició a los capitalistas de la salud privada a costa de las familias trabajadoras, mientras nuestros salarios y condiciones de trabajo empeoran.

La “oferta” salarial del gobernador Axel Kicillof fue aceptada de manera inconsulta por los sindicatos Cicop, ATE y SSP, de espaldas a los trabajadores, sin asambleas hospitalarias reales que decidan sobre la paritaria, discutan e impulsen un plan de lucha. El 13,5% cobrado en el mes de abril es en realidad una rebaja salarial frente a la alta inflación que viene licuando nuestros ingresos. Es un verdadero escándalo.

Una gran parte de los salarios de la salud quedarán por debajo de la línea de pobreza, que ya en febrero alcanzó los $700 mil.

Cicop, por su parte, buscó disimular la entrega salarial con una nueva bonificación, esta vez sólo para lxs profesionales de la ley 10.471 que hayan podido realizar una residencia formativa con determinados criterios, que son cuatro cuotas de 10%, cobrándose la última recién en febrero de 2025. Esto está lejos de hacer frente a la pérdida salarial, pero de todos modos abre una nueva brecha en la desigualdad con otrxs profesionales tecnicxs de enfermeria, obstetricia, servicio social, kinesiología, entre otras especialidades, para las cuales el sistema de residencias tiene menos cupos y es de difícil acceso.

La motosierra de los gobiernos capitalistas pone en riesgo la vida de la población. No es solo el salario lo que indigna a lxs trabajadorxs de la salud por estos días, sino también el vaciamiento de la salud pública que la deja en estado crítico.

El recorte de Milei a la salud pública, para pagar a los acreedores de la deuda externa, resulta un crimen hacia la población. En la provincia, Kicillof replica la “motosierra” con este cuadro de los hospitales provinciales y además procede al vaciamiento del Ioma, mientras recarga el bolsillo de los afiliados con copagos.

Lxs trabajadorxs debemos intervenir con un planteo propio frente a la parálisis de los sindicatos, la CGT y las CTAs. Es necesaria la realización de asambleas por hospital de afiliados de todos los gremios y de no afiliados, para votar un plan de lucha que vaya por un salario igual a la canasta familiar indexado por inflación, 82% móvil para lxs jubiladxs de la salud, pase a planta permanente y aumento de presupuesto con un impuesto extraordinario al gran capital para atender la situación crítica de los hospitales y centros de salud.

Necesitamos un paro activo con plan de lucha hacia la huelga general para que triunfen nuestros reclamos y derrotar a Milei y a la motosierra. En este sentido, también impulsaremos desde nuestra agrupación Tribuna de Salud la participación en una asamblea de trabajadorxs ocupadxs y desocupadxs, donde se reúnan los sectores en lucha, sindicatos antiburocráticos y asambleas barriales para discutir nuestra intervención en la crisis.

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