El martes 30 de junio, luego de confirmarse un segundo caso de Covid-19 en el hipermercado Walmart, ubicado en Camino Centenario y 514, en la localidad platense de Gonnet, cien trabajadores decidieron llevar adelante una retención de tareas contra la intención de la patronal de obligarlos a trabajar ocultando la información sobre los resultados de los hisopados. Esa actitud generó temor a nuevos contagios entre los empleados e indignación por la exposición de miles de clientes diarios.

La patronal comunicó que no desinfectará hasta el jueves, argumentando que con la realizada la semana pasada alcanza, pero fue después que se confirmaron nuevos casos. El verdadero motivo es no perder las ventas de los días previos a la implementación de mayores restricciones a la circulación, que comenzaron a regir este miércoles.

Hasta el momento solo se ha aislado al trabajador infectado mientras otros esperan resultados de hisopado por haber estado en contacto estrecho el día de la confirmación del caso. Los trabajadores afirman que “las medidas que (la empresa) está realizando nos están llevando a un alto grado de exposición de contagio”, dado que no se ha aislado a quienes estuvieron con el caso positivo los días anteriores y con quienes esperan el resultado del test. Esta lógica es sistemática en todos los establecimientos de esta cadena, como sucedió con los contagios en la sucursal de San Justo o Avellaneda.

Esta desidia patronal se repite en los grandes hipermercados y supermercados del Área Metropolitana. En un relevamiento de un agrupamiento del sindicato de Comercio denunciaron que las grandes cadenas no cumplen los protocolos, las desinfecciones son superficiales, y los casos positivos superan los 400 aunque algunas empresas dejaron de informar.

Walmart es la cuarta cadena de facturación en Argentina, pero no pretende gastar en el cuidado de sus trabajadores, y tiene una participación del 13% en el mercado, 92 locales y 10.000 empleados. A nivel mundial, los ingresos netos de la firma estadounidense aumentaron un 4% a raíz de la pandemia, aproximadamente unos 4.000 millones de dolares, con un aumento interanual de sus acciones del 30%. A su vez, la empresa tomó la definición de no dar licencias a ningún trabajador, sumado a contratar a 235.000 empleados más de forma precaria con contratos de trabajo por hora para abordar el aumento de la demanda que produjo el salto en los ingresos.

En este cuadro, el secretario general del sindicato de Comercio, Armando Cavalieri, firmó con la Confederación Argentina de la Mediana Empresa recortes salariales del 25% el marco del pacto CGT-UIA-gobierno. Ahora, no toma ninguna medida para enfrentar los contagios.

Nos solidarizarnos con el paro de los trabajadores de WalMart. Desde la Agrupación Naranja de Comercio, de la Coordinadora Sindical Clasista, reclamamos que se atiendan todas las demandas. Es necesaria la reapertura de la paritaria, el bono de $20.000 como trabajadores esenciales, la reducción de jornada por el stress y la insalubridad que implica trabajar en uno de los principales focos de contagio y licencias con goce de sueldo del 100%. Es necesario un plan de lucha del sindicato para conquistarlas. Organicémonos para imponer un protocolo obrero y comisiones de bioseguridad de los trabajadores. El control de los trabajadores es la única garantía para defender la vida y el trabajo frente a la desidia de los capitalistas.