Salud

11/4/2020

La provincia de Córdoba frente a la pandemia: personal insuficiente, mal pago y precarizado

La situación de las ylos trabajadores de salud de la provincia de Córdoba, retratada en cientos de testimonios, ya era crítica antes del Covid-19. 


La pandemia viene a agravar esta situación y no solo por la falta de insumos (en la zona de Traslasierra hay tres respiradores y sólo 6 camas de cuidados intensivos para cubrir los departamentos de San Alberto y San Javier,donde se encuentranlas ciudades de Mina Clavero y Villa Dolores). El punto clave es la carencia depersonal. 


Según datos del Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba, en la misma hay 593 especialistas capacitados para atender una terapia, lo que relacionado con las camas críticas hace la proporción de un especialista por cada 7-8 camas. La provincia tendrá en el mejor de los casos, si se cumple el objetivo prometido por el gobierno, “más de 2 mil camas para casos graves, pero no sumó aún más médicos especialistas de terapia intensiva” (La Voz, 5/4), cuando sabemos por el comité de expertos de Covid-19 que asesora a la Nación que la capacitación al personal es fundamental para hacer frente a la epidemia.


Los terapistas escasean, porque ser terapista genera un estrés enorme, pero también “hay otras especialidades críticas que son clave para atender la pandemia. Por caso, en Córdoba hay solo 107 infectólogos y apenas 15 infectólogos pediatras”; los especialistas explicaron que además “faltarán kinesiólogos, enfermeros y bioquímicos, entre otros”. Se advierte que, “con turnos de 8 horas sin francos, habrá un profesional cada 10,6 camas, muy por encima de las 4 recomendadas en contextos de crisis” (ídem).


Superexplotación y riesgos para lasalud del personal esencial


A esto se agregan otros factores clave: el personal no está lo suficientemente protegido con las medidas de seguridad, el no cumplimiento de los horarios de descanso y, sin lugar a dudas, la cuestión salarial.


Por ejemplo, una enfermera cobra por 8 horas de trabajo $41.000, por lo que tendrá que realizar otros trabajos cuando haya cumplido las 8 horas para poder subsistir. La superexplotación a la que se somete a trabajadores y trabajadores en el sector público y privado, la falta de test y la ausencia de cuidados indispensables por parte del Estado ponen en riesgo su salud y la de quienes las rodean, que también son personal crítico. El caso del paramédico contagiado por coronavirus, quien además de trabajar para un servicio de emergencias privado del Aeropuerto de Córdoba se desempeñaba en el call center de la Dirección de Emergencia Sanitaria y Derivación de Pacientes del Ministerio de Salud, es solo una muestra del cuadro explicado. Sesenta personas que trabajaban junto a él gestionando las ambulancias para el traslado de pacientes tuvieron que aislarse totalmente por dos semanas (ídem, 6/4).


Las enfermeras y demás personal de salud contratado para la contingencia Covid-19, a pesar de que trabajarán como recurso humano crítico, no serán remunerados de forma acorde, sumado a que el pago se hará al finalizar dicha contingencia, como es costumbre en Córdoba. Tampoco cobrarán el bono promocionado para lxs trabajadores de la salud. 


Residentes: precarización y fraude laboral


El Ministerio de Salud de la provincia, mediante su resolución 0403, dispuso la prórroga por seis meses del “egreso de todos los/las Residentes que se encuentren al día de la fecha cumpliendo con el último año” en especialidades críticas. Con esta medida, el gobierno pretende suplir el déficit de personal con trabajo no reconocido y mal pago.


La extensión de la beca implica la prolongación de jornadas laborales extenuantes, sin aportes, sin estabilidad, sin derecho a categorización, por un salario de $35.000 y con la imposibilidad de prestar servicios en ningún otro lado. Se trata lisa y llanamente de un fraude laboral.


El articulado va aún más a fondo, previendo que los residentes del último año puedan ser convocados a cubrir guardia por cualquier institución provincial que lo requiera, a cambio de “un adicional al monto de beca que perciben en la actualidad por tal concepto”. En esta misma línea, por estas horas se discute la extensión por seis meses de beca también a lxs residentes de primero y segundo año. 


Las y los residentes son los más expuestos del sistema se salud, a quienes se les retacean los insumos y los equipos de protección personal (EPP), y que mediante aprietes y extorsiones ven violentadas las mínimas garantías laborales que la reglamentación les brindaba. 


Nuestro programa para enfrentar esta pandemia se ancla en la satisfacción de las necesidades de las y los trabajadores de salud que son el recurso humano crítico. La tarea es poner en pie en cada hospital comités de higiene y salubridad para reclamar mayor personal, condiciones laborales, de seguridad y salubridad y un aumento salarial de emergencia que saque de la línea de pobreza a todo el personal.