Pese al incremento incesante de casos de Covid-19, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires puso en marcha el cierre de hoteles de aislamiento y atención a pacientes con coronavirus.

Estos dispositivos de aislamiento extradomiciliario con atención médica y de enfermería las 24 horas sirven para prevenir contagios entre las familias de pacientes infectados y para la comunidad barrial, sobre todo en asentamientos de emergencia y conventillos donde las condiciones de distanciamiento social e higiene no están garantizadas. También funcionan como monitoreo de casos potencialmente graves, que pueden ser derivados a tiempo a un hospital sin tener que llegar a la instancia de dificultad respiratoria en que los cuidados requeridos son de alta complejidad.

Con esta medida el gobierno de Larreta dejaría sin empleo a cientos de trabajadores, entre los que figuran, médicos, enfermeros, personal de limpieza, personal de seguridad y de catering, precarizados bajo un contrato transitorio y sin planes certeros de reubicación del personal en otros dispositivos. A través de estos contratos transitorios el Estado explotó a trabajadores durante la pandemia con salarios bajísimos, negando cualquier tipo de estabilidad laboral.

Además de mantener los hoteles de aislamiento cuando siguen creciendo los casos de Covid-19, para revertir la crisis sanitaria hace falta que una vez terminada la emergencia se mantenga a esos trabajadores capacitados, como planta permanente para fortalecer al sistema de salud en los efectores.

Cuando fueron confirmados más de 1.300 casos y decenas de muertes en la Ciudad en las últimas 24 horas, rechazamos este atropello y defendemos los puestos de trabajo del personal esencial de los hoteles, planteando el pase a planta y estabilidad laboral.