Salud
30/5/2025
Las mentiras del gobierno para vaciar el Garrahan
Loccisano y Adorni acomodan los números para justificar el ajuste en marcha.

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Cecilia Loccisano.
El gobierno nacional ha salido a desenvolver una campaña de mentiras y falsedades para justificar el ajuste en el principal hospital pediátrico del país, el Hospital Garrahan, que atraviesa actualmente un importante proceso de lucha de sus trabajadores, contra el ajuste en salarios, los recortes y el vaciamiento, con la salida de profesionales y trabajadores que no llegan a fin de mes. Desde la cartera de Salud y el vocero presidencial, Manuel Adorni, hablan de una supuesta planta inflada de trabajadores administrativos que no se condice con los propios informes oficiales del hospital.
La viceministra de Salud, Cecilia Loccisano, afirmó ante los medios de comunicación que en el Garrahan habría que “hacer un reordenamiento”, debido a que de un total de 4.600 trabajadores “tenemos una planta en el hospital que tiene 953 empleados entre personal administrativo y operativo, y 478 médicos de planta”. Lo mismo sostuvo el vocero presidencial Manuel Adorni, quien manifestó que “los recursos están, pero mal utilizados. Lo insólito es que el presupuesto a los administrativos supera el que se destina a todo el cuerpo médico”, repitiendo las cifras de Loccisano.
Pero la verdad en todo esto es muy distinta, como la han puesto de manifiesto las y los propios trabajadores de Garrahan. Resulta que de datos publicados por el propio hospital se desprende que la planta de trabajadores administrativos asciende a 473 personas, mientras que el personal dedicado a tareas médicas y asistenciales alcanza las 3.190 personas (558 médicos, 1.261 otros profesionales, 1.073 técnicos, etc.), sin registrar residentes y becarios (alrededor de 700) y un sector de la conducción del hospital que también son médicos.
El caso de los residentes grafica mucho de la situación actual, con salarios que apenas superan los $700.000 (según la viceministra). Su aporte al hospital es tan importante que ante el reciente paro de residentes contra el ajuste tuvieron que cerrarse dos salas a falta de personal para cubrirlas.
El gobierno quiere instalar el relato de los “ñoquis” para hacer pasar su política criminal en el principal hospital pediátrico del país, pero esto no resiste ningún análisis mínimo, no solo por las proporciones señaladas, sino porque el personal administrativo apuntado por el Ejecutivo nacional es también el que cumple una tarea vital en el hospital, facilitando la experiencia de las familias que llegan de todo el país en busca de atención médica para su seres queridos y el propio funcionamiento diario de una institución inmensa y compleja.
El Hospital Garrahan recibe alrededor del 40% de los casos oncológicos infantiles del país; atiende alrededor de 630.000 consultas anuales y se realizan más de 10.000 cirugías y 114 trasplantes. El hospital trata a niños con cáncer, cardiopatías, enfermedades neurológicas y poco frecuentes, y más patologías de alta complejidad, entre otras cosas (La Nación, 30/5).
La situación el Hospital Garrahan es crítica, según denuncian sus trabajadores, tras dos años de congelamiento salarial ante la inflación, y con el retiro de muchos profesionales y médicos de importancia, cuyos puestos no son cubiertos, disminuyendo los servicios para la población y afectando a miles de pacientes.
El gobierno tuvo que largar una conciliación obligatoria ante un nuevo paro con movilización, y luego de una importante movilización al Ministerio de Salud, convocado por una masiva asamblea de trabajadores del hospital, que da cuenta de la fuerza de este movimiento de lucha contra el ajuste, y la unidad en lacción de trabajadores y la comunidad del hospital.
Las mentiras de los funcionarios de Milei no pueden tapar la realidad, ni sirven para justificar una juste criminal contra la atención y el acceso a la salud de cientos de miles de niños y niñas. Quieren liquidar el Garrahan y los trabajadores, junto a la comunidad del hospital, están plantados para impedirlo. Defender al Garrahan en defender los reclamos salariales y de condiciones laborales de todos sus trabajadores.

