Salud

23/7/2020

Mendoza: cuatro casos positivos y un posible contagio masivo en La Favorita

Con la flexibilización de la cuarentena crecen los contagios en las barriadas más humildes.

El pasado miércoles 22, se difundió a través de los medios un parte que da cuenta de cuatro casos positivos de Covid-19 y la posibilidad de contagio masivo en La Favorita, uno de los barrios carenciados más grandes de la ciudad de Mendoza y más castigados por el abandono del municipio.

La falta de agua, la precariedad de las construcciones y el hacinamiento, junto a los basurales a cielo abierto y la falta de alimento y trabajo genuino, son el caldo de cultivo para los contagios de Covid, ya que de esta manera no se puede cumplir ningún tipo de aislamiento voluntario.

Sin embargo, lejos de haber ofrecido salida a estos problemas, la única respuesta del gobierno ha sido descargar la responsabilidad en las personas contagiadas y proceder a aumentar los controles policiales y las multas como si con el garrote se pudiera frenar la curva de contagios.

Tanto la provincia como el municipio tienen un mismo plan político que prioriza los intereses de los capitales, que exigen la flexibilización total de la cuarentena y el pago de la deuda provincial, mientras avanzan los casos de Covid entre los trabajadores de la provincia, principalmente entre los trabajadores de la salud y los barrios pobres. Es lo que sucede en el barrio La Favorita, cuando en medio de la propagación de contagios el gobierno entrega miserias: un par de bolsones de mercadería y operativos de desinfección en cuentagotas, mientras hacen oídos sordos a las denuncias vecinales por la falta de obra pública en general.

El llamado a un aislamiento voluntario del gobernador Suarez, mediante Twitter, mientras crece el hambre, el desempleo y lo contagios, es solo una muestra más del cinismo y el desprecio del gobierno hacia los sectores populares y un intento de desligarse de su responsabilidad.

Nos organizamos por test masivos, la asistencia urgente con elementos de higiene y alimentos a los comedores populares que alimentan a miles de familias que no pueden salir a changuear o perdieron sus trabajos. Es necesario un plan de obra pública elaborado y dirigido por los propios trabajadores municipales y vecinos del oeste, independientemente de los partidos patronales y un subsidio de 30.000 al desocupado.