El 23 de marzo mediante la Circular Interna N° 005/2020, firmada por el ministro de Salud de la provincia, Oscar Alarcón, se comunica a las y los trabajadorxs de la salud que se desempeñan en dependencias que se encuentran bajo la órbita de dicho Ministerio, que deberán obedecer las órdenes que reciban, de lo contrario podrán ser despedidos. Textualmente la circular expresa “se recuerda a todo el personal que presta servicios en la órbita del Ministerio de Salud Pública – con independencia de su situación de revista o modalidad contractual- que, en un todo conforme a lo dispuesto en la Ley I – N° 37 y su reglamentación, deberá dar estricto cumplimiento a las instrucciones impartidas por su superior jerárquico, bajo apercibimiento de ser considerado el no acatamiento de las mismas como causal de cesantía". 

Nos encontramos frente a una amenaza abierta del ministro Alarcón hacia trabajadorxs que están en la primera línea de combate de la pandemia del coronavirus y la precedente epidemia de dengue. Estamos hablando de un sector de la administración pública donde el 50% del personal se encuentra precarizado y los salarios superan apenas los $20.000 promedio. En este contexto no es casual ni menor la mención que hace la circular a la situación de revista de estos trabajadorxs: se trata de una confesión por parte del Ministerio de que incumple la normativa laboral, a través de distintos formatos (becas, pasantías, contratos), pero, sin embargo, se considera con derecho a emitir amenazas para exigir que se cumplan órdenes.

Las miserables condiciones laborales no se circunscriben a la situación de precarización y salarios de miseria a la que está sometido el personal sanitario del estado, sino que además deben soportar extensas jornadas y llevar adelante sus tareas sin los insumos necesarios para la atención y cuidado de pacientes y su propia salud. Hace unos días se conoció la noticia que desde los hospitales públicos se inició una campaña para recolectar donaciones de elementos básicos como alcohol en gel, barbijos y productos de limpieza necesarios para afrontar la crisis sanitaria en curso. Para el gobierno de la Renovación la vida de sus trabajdorxs no vale nada claramente. Como vemos, la situación se torna insostenible y la amenaza del Ministro pretende acallar las denuncias de lxs trabajadorxs sobre el estado deplorable en que se encuentran en general los hospitales públicos; además de evitar que estos se organicen para exigir todo lo necesario para enfrentar a la pandemia en condiciones que eviten el contagio ya que se encuentran altamente expuestos. 

El gobierno de la provincia pretende afrontar una pandemia sin precedentes en el mundo con hospitales desguazados, trabajadorxes precarizados, donaciones y voluntarios. Frente a ello, desde el Partido Obrero rechazamos las amenazas del ministro de Salud y exigimos el pase a planta de todxs los trabajadoxes precarizados y un salario inicial de $45.000. Asímismo, se impone la necesidad de la duplicación de la planta funcional del sistema de salud para poder dar respuesta a lo que demande la lucha contra la pandemia de coronavirus y epidemia de dengue, lo que va a permitir, además, la reducción de la jornada laboral de estxs trabajadorxs indispensable para cuidar su integridad física y emocional. Por supuesto que todo esto requiere de la triplicación del presupuesto de salud, lo cual es perfectamente factible si se terminan con las exenciones impositivas a las iglesias; se deja de destinar partidas presupuestarias para créditos blandos a las clínicas privadas; etc. También señalamos la urgente necesidad de proceder a la centralización del sistema de salud, público y privado, bajo gestión y control de un comité electo por los trabajadores, para que la atención de los afectados no dependa de los recursos económicos que dispongan.