La muerte por Covid 19 de Virginia Virarica, enfermera de 61 años del Hospital Durand, vuelve a golpear muy fuerte al conjunto de sus compañeros. Solo cuatro días antes, los trabajadores del hospital tuvieron que despedir a otro enfermero fallecido, Grober Licona Díaz, de 45 años.

Ambos enfermeros tuvieron que seguir trabajando, como tantos otros, a pesar de ser parte de grupos de riesgo por su edad o enfermedades preexistentes. Eso debido a que si se toman la licencia médica les descuentan de sus sueldos de $38.000 ítems como el plus de nocturnidad, y pierden la posibilidad de cobrar el bono para los trabajadores de la salud (una miseria de $20.000 que después de seis meses de pandemia todavía no terminamos de cobrar). Virginia, para llegar a fin de mes, tenía que trabajar horas módulos (horas extra por un poco más de $100 la hora), una posibilidad que perdía si pedía una licencia médica para proteger su salud.

Por eso, estas muertes son responsabilidad política del gobierno. En la Ciudad de Buenos Aires ya contamos con más de 6.500 trabajadores de la salud contagiados, y suman ya más de 30 los enfermeros muertos a los largo de todo el país. Desde el colectivo de enfermería venámos denunciando previo a la pandemia nuestras paupérrimas condiciones de trabajo, y con ellas ponemos el cuerpo al Covid 19 -incluso quienes no deberían hacerlo.

Debido a esta falta de reconocimiento y discriminación a nuestra profesión, hoy en enfermería prima el pluriempleo, lo que aumenta exponencialmente el riesgo de contagio y comorbilidades. Si tuviéramos salarios correspondientes a las tareas esenciales que realizamos, hoy estaríamos en una situación totalmente distinta en relación a la atención del sistema de salud, en contagios y muertes de profesionales.

Por este motivo pedimos una reunión con la Comisión de Salud de la Legislatura de la Ciudad para impulsar el tratamiento de los distintos proyectos se encuentran presentados para concretar una ley de pase a la carrera profesional de enfermería, ya que si todos los bloques que se han posicionado a favor de este reclamo acordaran un proyecto común se contaría con los votos para su aprobación. Luego de varios pedidos, no hemos tenido respuesta alguna.

Reclamamos el reconocimiento profesional, con salarios dignos por encima de la canasta básica familiar, que se nos incorpore en el régimen de la Ley 6035 con el resto de los profesionales de la salud, y se reconozca el stress de trabajar en una guardia o una terapia.

Que las muertes de nuestros colegas sean el punto de inflexión para el desarrollo de un gran movimiento de los trabajadores de la salud para pelear por nuestros derechos. Eso requiere superar a estas direcciones sindicales que nos usan para acomodarse por sus propios intereses, apoyando a cada uno de los gobiernos de turno, pero que no mueven un dedo para que tengamos los insumos y las licencias que necesitamos.

Retomemos la lucha por nuestros reclamos, que hoy es cuestión de vida o muerte. Vamos por el pase a la carrera profesional de enfermería. Por un bono extraordinario en salud de 20.000 mensuales. Por licencias para todos los profesionales de grupos de riesgo. Por elementos de protección personal de calidad y en cantidad necesaria. Por incorporación de profesionales al sistema de salud.