Salud

22/10/2020

Neuquén: dos personas mueren esperando una cama y respirador

El colapso sanitario ya impone la elección de a quién se le destina cama.

Concejal del Frente de Izquierda-Unidad de Neuquén capital

En el día de ayer, miércoles 21, una nueva noticia vinculada al Covid-19 volvió a conmocionar a la provincia. Se trata de dos personas que fallecieron esperando cama y respiradores en la guardia del hospital más importante de Neuquén, el Castro Rendón. La noticia se viralizó con el audio donde se le señala a la persona internada que no era “candidata” a recibir un respirador debido a una enfermedad terminal previa. Conocido los hechos, el director del hospital, Adrián Lammel, justificó la decisión en la falta de perspectiva de vida de la paciente señalando “igual iba a haber un desenlace final de muerte de una manera inmediata”.

Explicó que no se procedió a la reanimación “porque son pacientes terminales y, por la patología como la que ella tenía, es una paciente que si no tenía Covid también iba a morir en poco tiempo”. Lo sucedido expone en forma cruda el cuadro de colapso sanitario que los trabajadores/as de salud vienen advirtiendo desde hace meses. En ese sentido, delegados de la Junta Interna de este hospital también marcaron “esto está pasando casi todos los días. Hace tres o cuatro semanas que la guardia viene con una alta demanda y donde hoy hay pacientes que esperan una derivación. Hay pacientes que se están muriendo en la guardia”.

Por otra parte, otro aspecto de la situación sanitaria sumamente crítico es el promedio de edad de los pacientes internados en terapia intensiva (UTI). Estos son parte de una franja etaria de promedio de 40 a 55 años y con una mortalidad del 50%, mostrando así el alto impacto de la circulación comunitaria.

Una política sanitaria criminal

Desde que se decretó el 100% de ocupación de camas UTI, el pasado 29 de septiembre, el gobierno de la provincia profundizó su orientación que tiene fuertes consecuencias criminales. En primer lugar, fue pionero en la liberalización de las actividades económicas sin criterio sanitario, hecho que pavimentó la circulación comunitaria con más de 500 casos diarios. En segundo lugar, Gutiérrez no preparó el sistema de salud con el personal necesario y especializado, sometiendo a los trabajadores a condiciones de trabajo que expusieron aún más a los contagios con elementos de protección personal de mala calidad o inexistentes y falta de testeos. Es así que el 30 % del personal de salud que desarrolla tareas en los sectores UTI ha contraído el virus.

Ya transcurriendo el colapso sanitario, el gobernador neuquino estableció medidas de restricciones que fueron estériles. Es que solo restringió la circulación vehicular, y luego dejó en manos de los intendentes su aplicación. Este último aspecto significó que los empresarios “locales” impusieran sus actividades, mostrando al Estado en su conjunto como un agente de los intereses capitalistas.

La situación actual impone luchar por otra orientación. Gutiérrez está jugado a fondo en mantener y profundizar las actividades económicas sin reforzar el sistema de salud y utilizando el colapso sanitario como una línea de temor a los trabajadores para que no luchen por sus demandas. Para este objetivo tiene a los sindicatos dirigidos por el kirchnerismo que mantienen la tregua a pesar de los paros o medidas aisladas y el papel de la oposición patronal, algo que quedó expresado en la negativa del Frente de Todos de convocar a una sesión especial en la Legislatura para tomar medidas urgentes ante el colapso sanitario.

Por ello, tenemos que acompañar a fondo cada lucha en especial aquellas como la de los enfermeros/as de Centenario que soportan la persecución del gobierno por el reclamo de las seis horas. Y fijar un programa de salida y discutirlo en cada lugar de trabajo. Esta salida viene de la mano de la centralización del sistema de salud, aumento y reforzamiento del presupuesto de salud, testeos periódicos y masivos, jornada de seis horas en salud, seguro al desocupado de $30.000. Los fondos para esta salida deben salir del no pago de la deuda provincial que este año podría reunir más de 5000 millones de pesos y de un impuesto a las grandes fortunas.

Luchemos por este programa.