El crecimiento de los contagios en Neuquén ha repercutido fuertemente en los trabajadores y trabajadoras de salud, tanto del sistema público como privado. A su manera, fue lo que reconoció el gobernador Omar Gutiérrez este martes, al señalar en conferencia de prensa que el 12% de los contagios se ha dado en el personal sanitario.

A los casos resonantes del Ados (14 trabajadores), Clínica Pasteur, maternidad San Lucas, Hospital Alumine y Sien (sistema tercerizado de emergencias médicas) se suma la situación en el hospital de mayor complejidad de la provincia, el Castro Rendón. Los trabajadores y trabajadoras denuncian más de 15 casos, el ocultamiento de la información por parte de las autoridades y que no se realizan los testeos suficientes y periódicos, existiendo casos donde se obliga a trabajar sin tener los resultados de los mismos. El cuadro de vaciamiento tuvo su fuerte expresión este fin de semana, cuando camilleros de planta fueron remplazados por trabajadores tercerizados, quiene debieron realizar las tareas sin obra social ni ART.

Asimismo, el sistema de choferes en el Castro Rendón está casi acéfalo. Es que han sido aislados 10 de los 11 que hay (cuatro de ellos tienen Covid-19 positivo), siendo remplazados por el Sien -que como señalamos también está siendo golpeado por los contagios.

La ministra de Salud provincial, Andrea Peve, señaló que los contagios responden exclusivamente a la exposición o contactos con casos activos y  que Neuquén está por debajo del índice nacional de contagios en lo que a los trabajadores de salud respecta. Pero la  funcionaria nunca mencionó cuál fue la cantidad de testeos realizados para dar alguna base a esa aseveración.

Los contagios y el carácter masivo que se preanuncia -los casos desde la primera de junio en salud eran de 14 trabajadores, y en un mes pasaron a 98 – no son consecuencia natural de la evolución del virus, como pretende sugerir la ministra. Es el resultado de enfrentar la pandemia con un sistema de salud vaciado, con sus trabajadores y trabajadoras con falta de elementos de protección personal o de mala calidad, sin los testeos suficientes y periódicos, con falta de nombramiento de personal, precarización laboral y pluriempleo. Según el sindicato de enfermería, el 30% de las enfermeras tiene dos trabajos e incluso tres, debido a los magros salarios.  Y por si fuera poco, a este hecho se suma el mazazo del aguinaldo, puesto que la enorme mayoría de los trabajadores quedará alcanzada por el pago en cuotas.

Ante este cuadro, los trabajadores y trabajadoras de Castro Rendón han votado en su asamblea un paro de 24 horas con corte de calle, exigiendo el pago de aguinaldo completo, ingreso de personal, testeos periódicos y calidad en los elementos de protección personal. Acompañamos con todo estos urgentes reclamos.