Salud

31/7/2020

Río Negro: la crisis sanitaria en Fisque Menuco es una olla a presión

En entrevistas realizadas el jueves 23 de julio, la jefa de UTI del Hospital Francisco López Lima y el responsable de UTI de la Clínica Juan XXIII, refutaron la versión del gobierno de la provincia de Río Negro, de que no había posibilidades de un colapso del sistema de salud en la localidad de Fisque Menuco (General Roca) y manifestaron que las salas de cuidados críticos estaban saturadas de pacientes.

En la ciudad, los casos positivos de Covid-19 no han dejado de incrementarse. En lo que va de la pandemia, los grandes focos se dieron en la policía de Río Negro, particularmente en dos comisarías de la localidad y en la Regional II; también entre los trabajadores de la salud privada y pública. Esto evidencia que, incluso durante el aislamiento social, el gobierno no garantiza las medidas de seguridad e higiene para aquellos sectores que son considerados esenciales ni el cumplimiento de los protocolos correspondientes al momento de la aparición de casos positivos (aislamiento de compañeros/as de trabajo, desinfección de los lugares de trabajo).

El martes 28, la intendenta, María Emilia Soria, se dirigió públicamente a la gobernadora, Arabela Carreras, “para gestionar recursos sanitarios ante Nación para ampliar las unidades de terapia intensiva en la ciudad y reforzar con más personal para permitir un merecido descanso a técnicos y profesionales”. Este pedido deja al desnudo la falta de un plan de contingencia real frente a la pandemia. Es que la ciudad cuenta con 141 pacientes activos de Covid-19 y la secretaria de Políticas Públicas de Salud, Mercedes Ibero, informó que se espera que la curva se acelere en los próximos días. La crisis del sistema de salud expresa crudamente años de vaciamiento.

Las enormes diferencias entre lo informado por diferentes funcionarios provinciales y lo que afirman trabajadoras/es del sector de salud se debe a cómo se mide la saturación y la respuesta del sistema de salud. Desde el gobierno se toma como base la cantidad de camas y respiradores, pasando por alto algo tan esencial como los recursos humanos, que debe estar sano, capacitado y especialmente calificado en servicios como los de cuidados intensivos para atender la complejidad de los casos. La crítica situación no solo alcanza a los pacientes detectados con Covid-19 sino además al resto de los pacientes, que están siendo internados en el área de pediatría del Hospital Francisco López Lima, donde la cantidad de adultos ha llegado a superar  la cantidad de niñes. Ya a mediados de junio, el equipo de seguimiento epidemiológico que venía funcionando en el hospital local (conformado por representantes de distintos servicios del mismo) fue reemplazado por decisión de la Dirección del hospital y el gobierno de Río Negro, acontecimiento que generó una fuerte crisis entre el gobierno municipal y provincial.

Todo esto pone en evidencia la vigencia del planteo que sostuvimos desde el inicio de la pandemia acerca de la necesidad de la centralización del sistema de salud a nivel nacional bajo control de los trabajadores, para superar la fragmentación existente entre el público, el privado y el de obras sociales y sortear los magros presupuestos provinciales, garantizando además los traslados sanitarios para dar salida de los pueblos donde no existen o son insuficientes los tratamientos de terapia intensiva, faltan especialistas y equipamiento.

La situación es extremadamente grave. Mientras el virus avanza, el gobierno provincial de Juntos Somos Río Negro y el municipal del Frente de Todos juegan al gato y el ratón y son los trabajadores quienes pagan las consecuencias. Debemos organizarnos para luchar por la centralización del sistema de salud controlado por los trabajadores y satisfacer todos sus reclamos para hacer frente a la pandemia.