Salud

2/9/2020

Rosario: 80% de las camas de terapia intensiva ocupadas

El intendente Javkin y el gobernador Perotti nos llevan al colapso del sistema de salud.

Esta semana se conoció, por informe del Ministerio de Salud de Santa Fe, que la ciudad de Rosario alcanzó el 78% de ocupación de camas de cuidados intensivos en el ámbito público y la provincia de Santa Fe el 60%. Por su parte, en el sistema de salud privada, declararon que la ocupación de camas de cuidados intensivos se ubica entre un 80 y 86%.

La cantidad de casos de Covid-19 se ha disparado en la provincia de Santa Fe, pero particularmente en Rosario, septuplicándose los contagios en un mes y alcanzando en el día de ayer los 4.174 casos acumulados. Es uno de los focos en el interior del país que se ha prendido en el último tiempo, en el marco de que Argentina ya trepó al top 10 de países con mayores contagios del planeta.

La duplicación de la cantidad de contagios en la ciudad se ubica en 11 días, mientras lo admisible son hasta 15: el índice de contagiosidad se ubican en 1.5 por persona, cuando recién debajo de 1 es que se puede hablar de una contención del virus.

Pero no es solo esto. Llueven las denuncias en las redes sociales demostrando que la situación es todavía mucho más grave y que lisa y llanamente es ocultada por el gobierno municipal y provincial. Los partes del Ministerio de Salud tienen hasta seis días o una semana de retraso. Sucede que en Rosario las muestras para indicar los resultados se procesan en el Cemar (Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias). Su capacidad por el momento les permite procesar 450 muestras por día, cuando se haya completamente saturado. Hay familias que denuncian que hace 6seis, siete días o más que están esperando los resultados. A esto, se suma que se ha comprobado que los sanatorios privados no informan la realidad de la cantidad de casos de Covid-19 que realmente están atendiendo. Los números 0-800 no dan abasto y muchas personas que presentan síntomas no pueden siquiera comunicarse.

La aproximación de un colapso sanitario se combina con una crisis social que golpea a la clase trabajadora de los barrios. Desde los centros de salud barriales, los profesionales denuncian que la situación es insostenible. Las personas acuden a los centros advirtiendo que no pueden aislarse porque los echan de sus trabajos. “Yo no puedo aislarme porque no tengo para comer” (Página 12/ Rosario 12, 31/8).

El gobernador Perotti se paseó por los medios de comunicación todos estos meses asegurando que la ampliación de camas en la provincia había sido extraordinaria. Hablaron incluso de una duplicación de las mismas. Pero ahora, de las camas de cuidado intensivo solo un 10% están ocupadas por casos de Covid-19 y ya nos acercamos al punto de saturación. Esto demuestra la falsedad de que Rosario tiene un “gran” sistema de salud heredado del Frente Progresista. Al mismo tiempo, revela que las numerosas inauguraciones de Perotti, y los distintos intendentes, ocultaron que solo una porción menor de camas son de cuidados intensivos y cuentan por sobre todo con respirador. Pasaron cerca de seis meses desde el inicio de la pandemia y el gobierno tiró al tacho de basura la posibilidad de preparar al sistema de salud adecuadamente.

19:30 horas

Frente a tamaña crisis, reconocida parcialmente por los gobiernos, el gobernador Perotti, el sábado pasado en conferencia de prensa, anunció que decreta como única medida que todos los días a partir de las 19.30 horas los comercios, mayoristas, bares y restaurantes deberán cerrar sus puertas, mientras Rosario y Santa Fe continuarán en fase de distanciamiento social.

El anuncio es realmente indignante ya que muchos de esos mismos comercios ya cerraban sus puertas una hora más tarde. Pero la cuestión es si ¿la mayoría de los contagios se producen en un kiosko o en un almacén? Todo el mundo sabe que no. La circulación comunitaria del virus y su propagación están estrechamente relacionada con la circulación de las personas. Y la enorme circulación de las personas se produce cuando cientos de miles tenemos que salir a trabajar todos los días.

La realidad es que Alberto Fernández, Perotti y el gobierno municipal de Javkin acataron la presión de la clase capitalista, habilitaron todas las industrias de la provincia y de la ciudad y de hecho finiquitaron la cuarentena. El crecimiento exponencial de la curva de contagios comenzó en el mismo momento que finalizaron la fase de aislamiento, pasaron a la de distanciamiento y procedieron a abrir la inmensa mayoría de la industria y empresas de la provincia.

Los miles de protocolos presentados por los más diversos grupos capitalistas en la gran mayoría de los casos no se cumplen. Un protocolo para un lugar de trabajo implica una mayor inversión en seguridad e higiene por parte de la clase capitalista. Implica modificar procesos productivos que evidentemente ralentizan la producción, lo cual reducen sus ganancias, a lo que no están dispuestos. El cordón industrial de San Lorenzo es un hervidero de casos de Covid-19, como en Cofco, Bunge, Pampa Energía, DVS Construcciones. Hay casos en Acindar y Tenaris de Villa Constitución. En La Virginia de Rosario, en Electrolux, en Bambi, casos en el transporte urbano de pasajeros y la lista podría continuar de forma interminable. Debemos sumar los numerosos casos de contagios de los trabajadores de la salud, especialmente en el ámbito privado, que se encuentran en la primera línea de exposición.

El ministro de Trabajo provincial, Sukerman, declaró por los medios de comunicación que los trabajadores no deben tener miedo de no asistir al trabajo si hay sospecha de contagio, perder el presentismo, que le descuenten el día o incluso que los echen, ya que la ley los protege, y recomendó que frente a un atropello patronal llamen a un 0-800. Una verdadera canallada. Las patronales obligan a los trabajadores a acudir a pesar de que existan evidentes situaciones de riesgo y la inminencia de contagios. Si faltan los echan. El decreto de Alberto Fernández para prohibir despidos no lo cumple ni el propio Estado. Pero Sukerman te indica que llames a un 0-800. Ni hablar de los miles y miles de trabajadores en negro o cuentapropistas que se ganan su salario día a día.

La medida del corte a las 19.30h de una parte comercial y de servicios va a ser completamente impotente frente al agravamiento de la situación. Las exhortaciones llamando a la responsabilidad individual buscan culpar a la población y eludir la verdadera responsabilidad de los gobiernos. A Rosario le queda poco margen para que su sistema sanitario aguante el aumento de casos y de internaciones.

El planteo del Partido Obrero, por la centralización del sistema de salud (público, privado y obras sociales), bajo control de los trabajadores y especialistas sanitarios, cobra más importancia que nunca. Los comités mixtos, que funcionan en una serie de industrias de la provincia se demostraron inservibles para actuar en favor de la clase trabajadora, en la medida en que las patronales integran los mismos, imponiendo su orientación. Luchemos por poner en pie comités obreros en cada empresa y fábrica y lugar de trabajo, compuesto por trabajadores, que resuelva en asamblea los protocolos adecuados para proteger la vida y la salud.