Salud

17/6/2022

Sáenz quiere cerrar el único Hospital de Salud Mental de Salta

Los trabajadores del Ragone se movilizan para impedirlo.

Corresponsal

Los trabajadores del Hospital de Salud Mental Miguel Ragone vienen realizando innumerables reclamos al gobierno provincial por el deplorable estado en que se encuentra el nosocomio, que es el único de su tipo en toda la provincia.

Los trabajadores denuncian que hay una desinversión histórica, que se lo dejo caer al punto de tener la totalidad de la instalación eléctrica obsoleta. Durante toda la pandemia trabajaron sin agua corriente porque las viejas cañerías ya no soportan un parche más, reciben agua potable con un camión.

El ministro de Salud, el Dr Esteban, declaró en los medios de comunicación que el hospital no reúne las condiciones que establece la Ley de Salud Mental, que debería cerrarse y sus trabajadores deberían ser relocalizados en otros establecimientos.

Los trabajadores respondieron con una movilización a la Legislatura provincial reclamando que la Ley establece una “reconversión” del hospital y no un cierre. Sea para la reconversión del actual edificio o uno nuevo, hacen falta recursos, y no los hay ni para dar respuesta a los problemas inmediatos como el agua potable.

Se anunció que se destinarían 78 millones para infraestructura del Hospital Ragone, pero a la hora de la verdad solo destinarán 9.5, absolutamente insuficiente. El pliego de reclamos va desde lo edilicio, insumos médicos, medicamentos, ropa para los pacientes y recursos para las casas de medio camino. Actualmente solo hay una casa que alberga a 4 mujeres y el gobierno dejó de pagar la de hombres, por lo que los pacientes tuvieron que volver al hospital.

Los trabajadores reconocen una mayor demanda de pacientes a raíz de la pandemia y de otros graves flagelos como las adicciones, pero sin embargo no son escuchados.

Desde el Partido Obrero y el Polo Obrero hemos participado de la movilización a la Legislatura. Apoyamos todo el pliego de reclamo de los trabajadores del hospital Ragone, exigimos que se destinen todos los recursos necesarios para atender los problemas inmediatos y una planificación seria de reconversión que incluya la opinión de los trabajadores.

El ajuste del FMI, del cual Sáenz es fiel cumplidor, va en contra de los derechos a la salud de todo el pueblo y de los trabajadores de la sanidad.