Salud

21/1/2022

Salta: a dos años de la emergencia socio-sanitaria siguen las muertes por hambre

Lo reconoce el propio ministro de Salud.

En los últimos días se dio a conocer que el año empezaba con nuevos casos de muertes de niñes de las comunidades originarias de la provincia por desnutrición y deshidratación. Así lo tuvo que admitir el ministro de Salud de la provincia, Juan José Esteban.

El cuadro de malnutrición y deshidratación hace estragos sobre les niñes y afecta gravemente a las comunidades que habitan el Chaco salteño, principalmente en Rivadavia, San Martín, Orán y Santa Victoria.

La muerte de una joven wichi embarazada de 18 años y el asesinato de una nena de 12 años también de la comunidad wichi fueron la gota que rebalsó el vaso para que los representantes de las comunidades anunciaran cortes de ruta y manifestaciones en las puertas del Hospital de Tartagal. Recordemos que además hubo cortes por la falta de agua y por los incendios forestales.

Para frenar el descontento y principalmente cualquier tipo de movilización, el gobierno envió al ministro de Salud para que se reuniera con los caciques de la zona.

El principal pedido del ministro fue que no se movilicen ya que este iría a visitarlos en las misiones respectivas. Una clara acción que busca por un lado descomprimir el descontento ante el cuadro de penurias que pasan las comunidades, y, por otro lado, salvar la imagen de un gobierno hambreador del cual él forma parte.

El 29 de enero se cumplirán dos años de que se haya declarado la emergencia socio-sanitaria en el norte salteño a raíz de las muertes por desnutrición y deshidratación, sin embargo, la situación de las comunidades no cambió en absoluto.

Cabe destacar que ni provincia ni sus ministerios brindaron datos precisos para poder tener un relevamiento exacto respecto a estas problemáticas.

Organismos como la Defensoría de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de Nación han presentado un amparo para que la provincia atienda los casos de desnutrición infantil. Además, presentaron un documento en noviembre pasado que marca los altos índices de mortalidad infantil, donde una de las principales causas es la malnutrición y la falta de agua potable. Dicho documento muestra que entre febrero y enero del 2020, 855 niñes entre 0 y 5 años tenían bajo peso, de los cuales 108 tenían muy bajo peso.

En los departamentos de San Martín y Rivadavia, entre el primer y segundo trimestre del 2021, se registraron a 1.746 niñes menores de 6 años con alguna alteración antropométrica y nutricional.

En la misma fecha se registra que les niñes de 0 a 5 años que habitan en la zona sanitaria norte, Orán, Rivadavia y San Martín, 7.543 tienen riesgo nutricional, 470 bajo peso y 44 muy bajo peso.

La asociación civil Infancia en Deuda dio a conocer que, en el primer cuatrimestre del 2021, 36 niñes murieron por distintos padecimientos y que existen mas de 7.000 niñes wichis que se encuentran en riesgo nutricional.

Como lo venimos denunciando en las calles a través de la movilización desde hace años y con una gran movilización contra el hambre al inicio del actual gobierno, la situación de las comunidades originarias es consecuencia de las políticas llevadas adelante por los que nos gobernaron en las ultimas décadas, desde los Romero, Urtubey y ahora Sáenz.

El 70% del territorio del Chaco salteño no cuenta con agua potable, con lo que la población se ve obligada a consumir agua contaminada, lo que favorece los cuadros de diarreas. Las promesas del gobierno de garantizar pozos de agua quedaron en el vacío, solo se realizaron unos pocos que no abastecen a todo el territorio. El gobierno no garantiza un servicio tan elemental como el agua potable. La provincia está endeudada con créditos que se pidieron, por ejemplo, para una reparación histórica para los departamentos mencionados y que nunca llegó.

El abandono de las instituciones del Estado es total, sin hospitales, sin personal de salud, sin seguridad, asolados por las altas temperaturas, los desmontes, la apropiación de las tierras por parte de terratenientes y las crecidas de los ríos.

Sáenz está metido hasta la cabeza, junto a Fernández, en el pacto con el FMI, lo cual profundizará las penurias sobre los trabajadores y por supuesto sobre las comunidades.

Hacemos responsable al gobierno nacional y provincial de las muertes por hambre y falta de agua potable, porque mientras les niñes de las comunidades mueren en el territorio se favorecen negociados capitalistas del campo.

Basta de muertes por hambre. Agua potable YA. Abajo el pacto con el FMI.