Salud

13/6/2020

Se dispararon los contagios en Salto: Arcor y la intendencia son los responsables

Catorce casos positivos y más 400 aislados en pocos días.

En el marco de la pandemia mundial, el intendente saltense le da la potestad de decidir sobre la salud pública de la ciudad a la patronal Bagley. Tras el primer caso positivo de Covid-19 en la ciudad de Salto, es importante clarificar las responsabilidades políticas.


Si recordamos la aparición publica del intendente Ricardo Alessandro en los días previos a la situación que hoy se vive, en los medios locales hacía mención de estar cuidando a la población pero incapacitado de negociar con la patronal Arcor-Bagley, quien decidió actuar negligentemente y exponer a los trabajadores y población en general priorizando las necesidades económicas del Grupo y no atender la prevención primaria de la salud de la población de Salto, que aún no estaba infectada.



 


Cuando planteamos la negligencia de la patronal, nos referimos a la cantidad de medidas sanitarias de prevención que decidió ignorar, como no higienizar debidamente los transportes de materia prima, brindar solo barbijo y alcohol a los empleados, sin realizar la limpieza extrema que una fábrica alimenticia requiere y a su vez precarizar a los trabajadores negándose a licenciar a los provenientes de ciudades vecinas con casos positivos de Covid-19. A través de audios intimidatorios, el jefe de planta se dirigió a los trabajadores planteando que ”la fábrica no está de paro” y dejando de lado toda “empatía”, les decía que debían presentarse a su turno. Finalmente, los trabajadores que se presentaron en medio del enorme amedrentamiento y del constante repique desde el gobierno de que la enfermedad está controlada o que se avanzó hacia una cuarentena light, fueron recibidos por los delegados que impidieron todo ingreso a la planta. El empresario Pagani, dueño monopólico de empresas en Córdoba y Buenos Aires y que se extendió a diez países fue beneficiado con las excepciones de la esencialidad. Nunca paró su producción, produciendo mercaderías que no son de primera necesidad.


Como sabemos de antemano, el sol no puede taparse con un dedo y el municipio viene fallando en la promoción y protección de los derechos de la población, intentando lavar culpas. El encargado de representarnos como comunidad y cuidar la salud de la misma, porque para eso cobra un gran sueldo, a las 23 horas estaba alegando en los medios nacionales de comunicación (Crónica TV), que “la empresa no entiende que está manejando humanos”, tan escasa es la formación del funcionario que piensa y expresa que pueden manejarnos a su antojo y así lo remarca en los medios diciendo que la empresa no entiende cómo hacerlo. Por otro lado refiere “son empresarios mezquinos. La empresa no fue solidaria”. ¡Por favor señor Intendente! cuándo los empresarios que explotan a las trabajadoras/es fueron solidarios, cuándo vio un empresario defendiendo los intereses de la clase trabajadora, parece que no le alcanza con el desborde sanitario local, que puede producirse, entonces sale a mentir en la cara de la gente, además de violento, negligente e incapaz, mentiroso.


Otra referencia interesante que menciona el referente comunal fue la siguiente: “trabajamos mucho pero la empresa no acompañó”, podemos visualizar por sus propias acciones que para el municipio trabajar en prevención sanitaria es repartir en un auto barbijos en los barrios, quizás confiando que así estaba trabajando en prevención o quizás para ser un líder carismático, no se sabe, pero ninguna de las dos cosas pudo concretarse. Quizás para el municipio trabajar en prevención es reunirse con las patronales y apelar a la solidaridad y buena predisposición de las mismas; Bagley actúo negligentemente frente a esta situación y el municipio cómo podía negarse frente a su séquito de empresarios predilectos.


Los sectores afines y consecuentes con el municipio afirman que el gobierno local de turno no pudo hacer nada porque la empresa podía decidir no continuar en Salto, olvidando que sí pudieron hacer negociaciones económicas, liberarla de impuestos o dar pase libre a que se contamine la ciudad, pero cuando tienen que exigile el cuidado poblacional aducen tener “las manos atadas”.


La realidad local es que Salto esta en mano de comerciantes del Estado o Municipio como quieran llamarle y empresarios privados o Bagley, que lejos de estar ocupándose de garantizar la salud pública lucran con la necesidad de la gente. Si el municipio va a decir que estaba realizando controles en los accesos a la ciudad, se puede visualizar con claridad que no todos los vehículos que circulaban eran desinfectados oportunamente. Por otro lado rápidamente circulan versiones de que la persona infectada realizó una reunión clandestina, exponiéndolo a una condena social innecesaria, porque de ser así el municipio hubiera sido doblemente negligente que no habría controlado debidamente el flujo de personas que acceden a la ciudad. No obstante la persona infectada desmintió los hechos a través de un audio de whatssapp.


Desde el Partido Obrero exigimos que se realicen los controles sanitarios pertinentes, con test para la población comprometida, que Bagley y demás patronales asuman las consecuencias económicas y civiles correspondientes. Máxime cuando al día siguiente del caso de Bagley surgen contactos cercanos en otras fábricas como en Acoplados, en donde la patronal licencia a un sector y obliga a quedarse trabajando al resto de los obreros. Exigimos que se priorice la vida y se garanticen el salario y la salud de las trabajadoras/es por sobre los negociados económicos, porque los recursos están.